El padre Ed Broom, sacerdote oblato experto en retiros y en evangelización digital, recuerda que en una ocasión Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia, recibió de Dios el regalo de contemplar un alma en estado de gracia santificante. Encantada y cautivada por la magnífica belleza de esta alma la santa cayó de rodillas lista para adorarla, creyendo que el alma era Dios mismo. Rápidamente Dios le informó a Santa Catalina que esta persona no era Dios, sino simplemente un alma que vivía en esta gracia santificante.
]]> PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
Fernández Barbadillo: «La trama de bebés robados ha sido una campaña infame» de la izquierda
Exorcistas advierten sobre tendencia hacia el esoterismo y la magia en el turismo
Preferir una forma del rito sobre la otra nos hace sectarios.