17/10/2024

La Iglesia española enfrenta la pérdida de fieles con más educación, evangelización y sacramentos

La Iglesia española acaba de presentar su memoria anual de actividades correspondiente al año 2022. De los datos y parámetros de la misma, generalmente negativos respecto a 2021, se desprende cómo trata de hacer frente con menos recursos humanos -pero más materiales y económicos- a una mayor demanda espiritual y asistencial: hay menos sacerdotes, pero más sacramentos que hace un año y muchas más horas de actividad pastoral que hace una década.

De este modo, aunque se han celebrado un número similar de misas que hace un año y una década-en torno a los 9,5 millones-, el número de personas que las frecuenta ha caído considerablemente, pasando de los 8.260.000 fieles que acudían regularmente a misa en 2021 a poco más de ocho millones en 2022.

Los sacerdotes, extenuados: 600 misas al año y 2.500 horas de pastoral

La principal conclusión es que se celebran el mismo número de misas pero están más vacías.

Y los sacerdotes más cansados. Principalmente porque tienen más trabajo y son menos: la memoria de 2022 cifra el total de sacerdotes en 15.669, 457 menos que en 2021. Es el año que más sacerdotes «se pierden» en una década, lo que obliga a concentrar más la dedicación a los sacramentos y los fieles: en 2012, cada sacerdote celebraba una media de 465 misas al año, pero en 2022, la media supera las 600.

En horas de dedicación pastoral, sucede lo mismo. Actualmente se dedican según la memoria 40 millones de horas a la pastoral, frente a los 30 millones de horas de 2012. La diferencia es que entonces había casi 20.000 sacerdotes, frente a los 15.669 de 2022.

Si hace diez años cada sacerdote dedicaba una media de 1.500 horas anuales a la pastoral, ahora son más de 2.500 horas al año.

Según esta última memoria, el  67,2% de los españoles se consideran católicos.

Más bautizos, matrimonios y confirmaciones, menos comuniones

En cuanto a la celebración de los sacramentos, el saldo es positivo en conjunto, con casi medio millón de celebraciones sacramentales entre bautizos, comuniones, confirmaciones, matrimonios y unción de enfermos, frente a las casi 489.000 de 2021.

En concreto solo se han reducido las primeras comuniones (171.000 en 2022 frente a 182.000 en 2021), mientras que han aumentado los bautizos, con más de 9.400 nuevos miembros de la Iglesia que el año previo, los matrimonios, con casi 9500 nuevas uniones. Las confirmaciones y unciones de enfermos también superaron a las de 2021.

Otro de los grandes incrementos de 2022 fue el del número de peregrinos inscritos al Camino de Santiago, con casi 440.000, frente a los 178.912 de 2021. Aunque se ve motivado al fin de las restricciones de la pandemia, se trata de una peregrinación en clara línea ascendente, pues hace una década los inscritos no alcanzaron los 350.000, lo que supone unos 90.000 peregrinos menos que en 2022.

En el ámbito del patrimonio cultural,  la Iglesia también ha incrementado sensiblemente su dedicación, invirtiendo más de 47 millones de euros en casi 500 proyectos construcción, conservación y rehabilitación.

Más anuncio y evangelización en el mundo

La Iglesia española también mantiene su compromiso con la difusión de la Nueva Evangelización. Lo hace a través del Fondo Nueva Evangelización, que apoya económicamente en la realización de proyectos pastorales y de evangelización en comunidades sin recursos de todo el mundo, especialmente en Hispanoamérica, África, Asia y el este europeo. Concretamente se han destinado 2,5 millones de euros de ayuda a 263 proyectos evangelizadores, frente a los 222 proyectos de 2021 o los 253 de 2012.

 En el caso del anuncio de la fe desde el ámbito educativo, el número de centros católicos se mantienen, superando el millón y medio de alumnos.

Menos colegios pero con más alumnos

Lo que cambia es la concentración: hace una década había unos 80 centros más que en 2022, pero ahora, siendo menos colegios, albergan a unos 70.000 alumnos más.

Disminuye es el número de alumnos matriculados en clase de religión: con 3,1 millones, son unos 30.000 menos que en 2021, lo que también ha conllevado una reducción en el número de profesores de la asignatura.  

La educación concertada se mantiene como principal fuente de abastecimiento de la educación católica. En España son 2.402 de los 2.536 centros católicos, lo que equivale al 94%.

En cuanto a centros, se mantiene en cifras similares a 2021, así como en el ahorro aportado al Estado, con una cuantía levemente menor: en 2021 ahorró unos 4.350 millones de euros, mientras que en 2022 fueron 4.213 millones.

Los «números rojos» de la Iglesia no afectan en el ámbito de la educación superior. Las 17 universidades con que cuenta la Iglesia en España (dos más que en 2019 y 3 más que hace una década) acogieron a casi 139.000 alumnos en 2022, unos 8.000 más que en 2021.

Se multiplica por 4 la defensa de la vida 

En 2022, 10147 misioneros y 463 familias en misión españolas difundieron el Evangelio por los 1122 territorios en misión. En los últimos 25 años se han llevado a cabo 1.251.628 bautizos y edificado 119.200 instituciones educativas y 26.898 de carácter social.

También se observa una línea ascendente en la defensa de la vida y la ayuda a la mujer embarazada, aunque en menor medida que en 2021: en 2022 fueron 75.000 las mujeres apoyadas por los 205 centros de ayuda a embarazadas de la Iglesia,  cifra muy superior a los 136 centros de hace una década, que acogían a 18.500 mujeres.

En cuanto a la acción caritativa y asistencial, la Iglesia ha apoyado en 2022 a cerca de 3,8 millones de personas a través de sus casi 8.800 centros asistenciales.

De todos ellos,  más de dos millones de personas han sido atendidas en los más de 6.000 centros para mitigar la pobreza, mientras que los centros para promover el trabajo han aumentado considerablemente respecto a 2021, con 386 centros y 155.000 beneficiarios.

La labor de la Iglesia también se lleva a cabo en casi un millar de sus centros socio-sanitarios, con un cómputo de más de un millón de beneficiarios a través de 59 hospitales, 56 ambulatorios y 877 casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»