Tertuliano*: “…cuidamos escrupulosamente que algo del cáliz o del pan pueda caer a tierra”
San Hipólito: “… cada uno esté atento… que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no despreciado”
Orígenes*: “Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado”.
San Cirilo: “… recíbela cuidando que nada de ella se pierda, porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro ¿no las guardarías con toda diligencia procurando no perder nada de ellas?
¿No procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se te caiga ninguna migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras preciosas?”.
LA VIRGEN MARÍA DURANTE LA FLAGELACIÓN DE SU HIJO JESUCRISTO, DIOS.
Beata Ana Catalina Emmerick (visiones y revelaciones): «Cuando volvió en sí, vio que los sayones se llevaban a su Hijo despedazado. Jesús se limpió los ojos llenos de sangre para ver a su Madre. Ella alzó dolorosamente las manos hacia Él y siguió con la vista las sangrientas huellas de sus pies. Entonces vi que María y Magdalena se apartaron del pueblo hacia otro lado y se acercaron al sitio de la flagelación, y, rodeadas y ocultas por las demás mujeres y otras buenas personas que se arrimaron, se tiraron al suelo junto a la columna y secaron con aquellos paños hasta la mínima gota que encontraron de la santa sangre de Jesús”.
*Hasta quienes cayeron en algún error proclamaban el respeto y cuidado las partículas consagradas.
PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD
More Stories
¿Cómo se usa el dinero de la Colecta de Viernes Santo? Así ayudas a los cristianos de Tierra Santa
Círculos menores y dar sensación de transparencia sin decir nada: el lío comunicativo del Sínodo
Los católicos birmanos viven la Semana Santa entre los escombros del terremoto