Hemeroteca Laus DEo19/09/2023 @ 07:54
Muchos son humildes de boca, pero no de corazón. Les oiréis decir: «Soy el más miserable de los hombres; merezco mil infiernos.» Y luego si alguno los reprende o les dirige una palabra picante, veréis que al punto se alzan altaneros: son como los erizos, que, apenas se les toca, no muestran sino espinas ¡Cómo! Acabas de decir que eres el más miserable de los hombres, y ¡ahora una palabrita lo convierte en un volcán de ira! «El que es verdaderamente humilde -dice San Bernardo se tiene por vil y despreciable y quiere que los demás le tengan por tal».
San Alfonso María de Ligorio. “El camino de la salvación”
PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD
More Stories
La nueva sala sobre Pentecostés que conmueve almas en Jerusalén
León XIV pide obediencia y precisa tiempo
Voderholzer cuestiona la representatividad del Comité Central de los Católicos Alemanes