La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha manifestado su «profunda indignación y dolor» tras el reciente hallazgo de un campo de entrenamiento y exterminio del crimen organizado en el rancho Izaguirre, situado en el municipio de Teuchitlán, en el estado de Jalisco. Temen que haya más lugares así en el resto del país.
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