La madrugada de este miércoles, cientos de efectivos de la policía alemana han realizado una redada coordinada y simultánea en varias ciudades del país, registrando más de 50 mezquitas y propiedades en las que se promocionaba la «revolución islámica» de forma «agresiva y combativa» desde la Asociación Centro Islámico de Hamburgo, filial del régimen iraní.
«Hoy hemos prohibido el Centro Islámico de Hamburgo, que propaga una ideología islamista y totalitaria en Alemania. Esta ideología islamista va dirigida contra la dignidad humana, contra los derechos de la mujer, contra un poder judicial independiente y contra nuestro Estado», señaló la ministra del Interior, Nancy Faeser.
Según investigaciones del ministerio del interior, la ministra destaca sin lugar a dudas que la actividad del centro no es simplemente de naturaleza religiosa.
La operación ha tenido lugar en los estados de Hamburgo, Bremen, Berlín, Baja Sajonia, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Hesse, Renania del Norte-Westfalia y Baviera, incautándose documentos, dispositivos informáticos, dos vehículos, dinero en efectivo por valor de al menos 100.000 euros, libros y documentación relacionada con Hizbulá y Hamás, ilegales en el país germano.
No es la primera vez que se producen registros en estos centros. Ya el mes de noviembre, la policía accedió a 53 propiedades en todo el país.
Según el ministerio del Interior, la Asociación Centro Islámico de Hamburgo, tendría fines y actividades «cuyos objetivos o medios son incompatibles con los valores fundamentales de un orden estatal que respete la dignidad humana» y sus partidarios y suborganizaciones propagarían «el establecimiento de un régimen autoritario-teocrático».
Tras la operación, los bienes del Centro Islámico de Hamburgo serán confiscados y sus mezquitas permanentemente clausuradas, informa EFE, alegando también su actuar «conspirativo«, pues «quiere dar la impresión de que es una organización tolerante y puramente religiosa, sin ningún tipo de agenda o afiliación política».
«El Centro Islámico de Hamburgo ya es historia», sentenció el senador regional de Interior Andy Grote.
«Un gran peligro contra nuestra sociedad»
Para algunos, la operación llega tarde. Es el caso del partido Alternativa para Alemania, que ya en 2021 exigió acciones legales contra el Centro Islámico de Hamburgo y «consecuencias» por su lealtad al régimen iraní, de lo que se tendría constancia al menos desde ese año.
«La Oficina Federal para la Protección de la Constitución -una agencia de inteligencia del gobierno alemán- está descubriendo lo que hemos predicado durante años. El Centro Islámico de Hamburgo actúa como cabeza de puente para el régimen mulá en Alemania y Europa -que difunde la propaganda islamista en Europa del régimen iraní-. Una cosa queda clara: representan un gran peligro para nuestra sociedad. Pedimos medidas duras y decisivas. No debe haber cuartel para los islamistas y los aliados terroristas», declaró el partido en 2021. También exigieron medidas partidos como el CDU -democristianos- y el FDP -liberal-.
«La asociación tiene como objetivo difundir el concepto revolucionario de los líderes supremos [iraníes]», explican fuentes relacionadas con la investigación. Ejemplo de esta estrecha conexión sería el director del centro, al que se conoce como «representante del Líder Supremo», según informa ABC.
Los cristianos en Irán
Según cifras de la organización de apoyo a los cristianos perseguidos Puertas abiertas, los cristianos genéricos son 1,2 millones en una población de 87 millones de personas, poco más del 1% de los iraníes. Según datos de 2022, sólo 22.000 son oficialmente católicos. Ayuda a la Iglesia Necesitada reduce el porcentaje de cristianos en el país al 0,69% en 2023.
Según el último informe de libertad religiosa de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el nivel de persecución a los cristianos en Irán es alto. Toda actividad de evangelización es ilegal y los cristianos conversos del islam siguen siendo uno de los grupos más perseguidos del país.
A los cristianos conversos no se les permite registrarse legalmente como cristianos y no tienen los mismos derechos que los miembros reconocidos de las comunidades cristianas.
La situación jurídica empeoró en febrero de 2021, cuando el presidente Hasán Rohaní firmó enmiendas a los artículos 499 y 500 del Código Penal, que introducían penas de prisión para los condenados por «insultar al islam» y emprender «actividades desviadas» que «contradigan o interfieran con la ley sagrada del islam».
Según Puertas abiertas, los cristianos conversos que abandonaron el islam también pueden sufrir presiones de sus familias y comunidades. Los conversos pueden perder su herencia, los cristianos solteros pueden verse obligados a casarse con un musulmán, y los creyentes casados pueden verse obligados a divorciarse o perder a sus hijos.
No es raro que los cristianos conversos se ven obligados a huir de sus hogares. Esto significa dejar el país y todo lo que conocen para ser refugiados en un país donde no tienen derechos ni estatus legal para el empleo, la educación, etc.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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