El pasado 7 de julio, el diario Levante se hacía eco de la denuncia que un grupo estudiantes del centro concertado católico Madre Josefa Campos de Alaquàs de Valencia habían interpuesto contra uno de sus profesores, Federico M. V., acusándole de haber aplicado las llamadas «terapias de reconversión» de la homosexualidad.
Dichas terapias «reparativas» no hacen sino basarse en la ciencia al afirmar que la homosexualidad no es una condición innata -no existe el llamado gen gay- sino adquirida, y por tanto susceptible de finalizar al igual que comenzó con ayuda psicológica o espiritual únicamente para quien la solicita. Las miles de personas ayudadas por el difunto Joseph Nicolosi son una prueba de su utilidad y efectividad, de ser bien aplicadas.
En el caso del profesor, también integrante del Centro de Orientación Familiar Mater Misericordiae de Valencia, habría sido denunciado por aplicar hipotéticamente dichas terapias de conversión con alumnos homosexuales.
Los medios llegan a acusarle de «torturador» y ofrecer pastillas a alumnos, años después de los supuestos hechos, haciéndose pública la denuncia el último día de las celebraciones del orgullo LGBT y de forma simultánea.
El Defensor del Profesor: hay un «gran aumento de falsas acusaciones»
La ausencia de sentencias no parecen ser obstáculo para todo tipo de especulaciones en los medios de comunicación, que también acusan al docente de ofrecer pastillas a los alumnos o a a leer libros sobre terapias de reconversión, cuando la denuncia -a la espera de su investigación- de los acusadores no pasaba de una mera petición para que uno de los alumnos leyese un power point con una cita de un libro al respecto.
El maestro Federico M. V., denunciado por hipotéticas `terapias de reconversión´ de la homosexualidad, prohibidas con el objeto de `perseguir el acompañamiento espiritual´, a juicio del obispo Munilla.
La denuncia se produce en un alarmante contexto de incrementos de denuncias falsas por parte de alumnos. Según informa el mismo diario valenciano, Levante, el Sindicato Independiente de Enseñanza ANPE viene denunciando desde 2015 el aumento de falsas acusaciones de alumnos, familias e incluso amenazas sobre los profesores.
En noviembre de 2023, elDiario.es lamentaba «el brusco incremento de profesores» que sufren ansiedad y depresión, según datos del Defensor del Profesor, quien también daba cuentas de un «gran aumento sufrido durante el último curso de los casos en los que los docentes se ven sumidos en situaciones de falsas acusaciones por parte del alumnado«, situaciones presentes en más del 57% de las actuaciones llevadas a cabo por el Defensor del Profesor, pudiendo ser el caso del profesor «ultraconservador», como refiere el mismo medio al maestro denunciado, Federico M.V.
Munilla: «La acusación es falsa, quiere meter miedo, podría dirigirse a mí»
En este sentido se ha pronunciado recientemente el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, que en su programa Sexto Continente mostró su convicción de que la noticia transmitida no pretende sino «meter miedo e impedir la libertad de acompañamiento» a quienes «libremente piden ser acompañadas» para «abordar sus problemas personales».
Tras asegurar que «le consta» lo sucedido, Munilla no dudó en afirmar públicamente que «la acusación a este hombre de hacer terapias de reconversión es falsa. Y lo digo porque me consta», remarcó al mencionar que el denunciado «no es un terapeuta».
«La acusación que se dirige a este hombre podría dirigirse a cualquiera de nosotros, a un acompañante espiritual, podrían dirigírmela a mí, a cualquiera que acompañamos a personas con sus heridas, incluyendo las inclinaciones homosexuales», subrayó.
Contra quienes piden ayuda y disienten de la visión LGBT
El obispo subrayó que la ayuda prestada por el denunciado y otros acompañantes se dirige a «quienes la piden libremente» y que «no están de acuerdo con la visión LGBT de que la homosexualidad es equiparable a la heterosexualidad y que lo que se debe hacer es dejarse llevar. Hay quien no está de acuerdo con esa lectura y pide ayuda. No es verdad que estuviese haciendo terapias de reconversión, sencillamente estaba acompañando espiritual y psicológicamente», remarcó el obispo.
El obispo ha trasladado su apoyo al denunciado, afirmando que el profesor «no ha hecho sino lo que tenía que hacer, que es ayudar a los jóvenes que libremente le han pedido ayuda».
«Se pretende prohibir el acompañamiento espiritual»
Valorando las leyes que condenan las llamadas terapias de reconversión -como la valenciana, que las condena y multa con hasta 180.000 euros desde 2018 o la prohibición nacional incluida en la Ley Trans- Munilla afirmó que estas, «en el fondo, pretenden una prohibición del acompañamiento espiritual de las personas».
«Cuando se habla de la prohibición de las terapias, en el fondo se intenta que nadie pueda recibir un acompañamiento espiritual en sus heridas e inclinaciones homosexuales en la dirección de la vivencia en castidad y desde la moral cristiana. Se pretende que nadie pueda ser acompañado, que todo el mundo salga del armario, pero por la puerta [que ellos digan]«, incidió.
En este sentido, subrayó la «contradicción» que supone «permitir el cambio de sexo, el género fluido, la hormonación, la posibilidad de hacerse cirugías, ponerse prótesis o lo que les dé la gana», al mismo tiempo que «se persigue legalmente a quien libremente quiera revertir su orientación homosexual».
«Mientras, las autoridades suizas han quitado [la custodia] a unos padres que se han negado a aprobar la transición de género de su hijo, a esas hormonaciones y a que en la escuela se haga una transición social. Les han quitado a su hijo. Y sin embargo, ponemos en el punto de mira a un profesor que no ha hecho sino ayudar, acercarse a los sufrientes que están siendo manipulados desde ideologías concretas», lamentó.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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