Durante estos días ha ido creciendo la polémica ante el proyecto del Gobierno de Pedro Sánchez de “resignificar” el Valle de los Caídos y la negociación que la Iglesia, a través del cardenal Cobo y la Santa Sede, han tenido con el Ejecutivo para mantener el culto en la basílica y la presencia de la comunidad benedictina. La posición de los obispos de apoyar la resignificación para salvar el culto ha encontrado críticas entre católicos y otros grupos sociales por lo que entienden que ha sido una renuncia al papel que la Iglesia tenía encomendado en el Valle de los Caídos. Estos días han aparecido pintadas frente a la Conferencia Episcopal Española (CEE) criticando a los obispos y también incluso se ha producido una manifestación frente a sus puertas.
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