29/03/2024

¿Qué hay de lo mio?

Insuperable la táctica de los Zebedeos. Mandan a su madre a preguntar. Ellos no se atrevían pero, ¿de qué no es capaz una madre por sus niños? Pero Jesús no es nuevo: ¿Podéis…?. No «¿Pueden…?», sino «¿podéis?. Si, vosotros, los que os escondéis detrás de las faldas de mamá… dad la cara. Aquello les obligó a dar una respuesta: podemos, y vaya si pudieron. Pero aquel día aprendieron la lección: en el reino de los cielos, como casi todo, esto funciona al revés que en el mundo. Aquí no se trata de «¿que hay de lo mío?», «¿que obtengo yo?» sino más bien de «¿Hasta dónde estoy dispuesto a dar?

Estos días, con los lógicos cambios horarios de verano, hay cierta confusión. Los feligreses, la mayoría aceptan resignados que en vez de cinco misas diarias solo haya tres. Pero ponen cara de, «vaya, esto trastoca mis horarios», «voy a tener que cambiar la hora de pasear al perro». Otros directamente se quejan: «¿por qué has quitado mi misa?» … ¿tu misa? No exagero, y tampoco me quejo. Todos los años pasa lo mismo y me hace gracia.

El caso es que veo que, sin ser como los boanerges que directamente pidieron la vicepresidencia, todos estamos siempre más orientados al ¿que hay de lo mío? que al ¿qué puedo dar?