18/11/2024

«Quien crea que el día de San Patricio es cosa de cerveza y tréboles, está muy lejos de la realidad»

I am Patrick es un docudrama sobre San Patricio estrenado el Día de San Patricio de 2020 en cines de EEUU, con la idea de estar dos días en cines y pasar después a plataformas y vídeo.

Seán T. Ó Meallaigh interpreta al joven Patricio, y al santo ya mayor lo interpreta John Rhys-Davies, que ha sido Gimli (y la voz de Bárbol) en El Señor de los Anillos, rey de los elfos en las Crónicas de Shannara, el amigo musulmán de Indiana Jones y mil papeles aventureros más.

La película ha sido dirigida y escrita por Jarrod Anderson con el objetivo de dejar claro el sentido cristiano del personaje y despojarle de algunas leyendas que no tratan en realidad de la fe.

El director se ha documentado mucho sobre la época del santo, el hundimiento de la Britania romana en siglo V, con los historiadores Charles Doherty, Elva Johnson y los escritores Thomas O’Loughlin y el sacerdote Billy Swan. El Patricio que ve el espectador es un hombre que ha sufrido, ha crecido y se ha volcado como misionero en un pueblo muy alejado de la fe.

John Rhys-Davies (muy popular como el enano Gimli en El Señor de los Anillos) es San Patricio en su edad ya avanzada.

«Soy galés y siempre me gusta recordar a mis amigos irlandeses que su santo patrón era originalmente galés», explica Rhys-Davies en una entrevista con Peter Chattaway. Luego matiza: era un britano previo a la invasión de los anglos y sajones, «se habría considerado un britano céltico». A Rhys-Davies le gusta la historia y le apasiona el personaje.

«Este hombre extraordinario toma una de las partes del mundo más primitivas, salvajes, brutales, paganas, con sacrificios humanos, y en un par de siglos, literalmente debido a él y a la cristianización de Irlanda, el país se convierte en la Atenas del norte, de una forma extraña, en el extremo del mundo civilizado, en la época que llamamos, neciamente, las Eras Oscuras. Es una de las grandes luces de aprendizaje y erudición», proclama el actor.

Rhys-Davies explica algo que le hizo pensar durante el rodaje: para escribir con pluma y tinta hay que pararse cada pocos segundos a mojar la tinta… y eso ayuda a pensarse las cosas. «No tenían nuestra habilidad de simplemente borbotear palabras, como hacemos; tenían que pensar», señala.

San Patricio era ciudadano romano en Britania, un adolescente de familia rica, secuestrado a los 16 años, esclavizado por piratas irlandeses. Aprendió a vivir como un esclavo, en pobreza, como pastor, durante 6 años. Rhys-Davies enumera sus logros. «Vivía en una colina desnuda, con apenas unas ropas de pieles para mantenerse medio helado. Es un gigante. Su cristianismo es práctico en las circunstancias más duras y terribles. Lo suyo no son unos minutos de glamur, es toda una vida: de un origen privilegiado, ser secuestrado, maltratado como esclavo, tanto como un hombre puede sufrirlo, y reencontrando su fe, escapando… y con esa necesidad de volver con sus captores para convertirles y perdonarles. Es un gigante«

Gordon Robertson, productor de la película y CEO de The Christian Broadcasting Network (CBN), habló al Catholic World Report sobre su entusiasmo por el personaje.

Gordon Robertson explica por qué le admira el espíritu misionero de San Patricio.

«Hace 25 años un amigo me regaló una copia de su ‘Confesión’, en que escribe de su vida. Yo era un misionero en la India, y el texto me habló. Predicó en un entorno de gente que no conocía a Dios ni la Escritura. Empecé a usar antes de predicar su famosa oración: ‘Cristo conmigo, Cristo ante mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mí, Cristo bajo mí, Cristo sobre mí...'».

Robertson señala que no sólo fue valiente al escapar de su esclavitud, sino, sobre todo, al decidir volver a evangelizar a sus captores. «Volvió sin armas, viajando por un país hostil, donde podían matarle o volverle a esclavizar, y cada día su vida estaba en riesgo«, señala.

Le admiran dos cosas del santo que le hacen asombrosamente moderno. «En primer lugar, en su Carta a los soldados de Corotico, se opone con fuerza al tráfico sexual. También se mantuvo firme contra la esclavitud. Es fascinante, porque escribía en el siglo V». El productor espera que la película y el ejemplo del santo ayude a suscitar vocaciones misioneras.

«Decidimos usar sus propias palabras. Nos han llegado dos de sus escritos: su Confesión y su Carta a los Soldados de Corotico. La película se basa sobre todo en su confesión. Añadimos algunas cosas, como cuando enciende un fuego en una colina contra las órdenes del druida del rey. Pensamos que había fuentes históricas suficientes para apoyarlo. En esta película oyes lo que Patricio escribió de sí mismo. Incluso el título, ‘I Am Patrick’, se eligió porque así empieza su confesión».

El productor detalla que los escenarios -y todo lo demás- se filmó en Inglaterra e Irlanda, en lugares históricamente ligados al santo. «En Inglaterra construimos una villa romana, parecida a la que debió tener Patricio de joven. Su padre era un patricio romano que recaudaba impuestos», recuerda.

Por supuesto, el equipo de rodaje tuvo problemas con el clima, siempre lluvioso. Para la escena final lograron un momento soleado: «Fue un momento especial».

Explica que al principio Rhys-Davies iba a ser sólo la voz del narrador, pero al escuchar sus textos, decidieron que interpretara también al santo anciano. Sean O’Meallaigh, que interpreta al santo en la mediana edad, había interpretado 10 años antes al Patricio joven en la televisión irlandesa y se conocía la historia.

«Si alguien cree que el Día de San Patricio es sólo cosa de cerveza y tréboles, está muy lejos del Patricio histórico», afirma el productor, que se declara fan del libro de Thomas Cahill «De cómo los irlandeses salvaron la civilización» (Belacqua, 2007), que describe el papel de los monasterios y misioneros irlandeses conservando la cultura, explorando y creando centros civilizadores.

(Reseña actualizada y publicada originariamente en marzo de 2020 en ReL)

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»