Hemeroteca Laus DEo01/02/2022 @ 09:50
Salmo 92
(Edición Nácar-Colunga)
Bueno es alabar a Yahvé y cantar a tu nombre,
¡oh Altísimo! publicar de mañana tu piedad
y de noche tu fidelidad, al salterio y a la lira,
con las melodías del arpa.
Pues me has alegrado, ¡oh Yahvé!
con tus hechos, y me gozo en las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, oh Yahvé!
¡Cuan profundos son tus pensamientos!
No conoce esto el hombre necio,
no entiende esto el insipiente.
Si germinan los impíos como la hierba
y florecen todos los obradores de iniquidad,
es para ser destruidos por siempre jamás.
Pero tú eres excelso por la eternidad, ¡oh Yahvé!
Pues he aquí que tus enemigos, ¡oh Yahvé!
perecerán, y serán dispersados
todos los que obran el mal.
Pero exaltarás mi cuerno como el del búfalo
y me ungirás de fresco óleo, y mis ojos
contemplarán a mis enemigos, y mis oídos
oirán a los malvados que se alzan contra mí.
Florecerá el justo como la palmera,
crecerá como el cedro del Líbano.
Plantado en la casa de Yahvé, florecerá
en los atrios de nuestro Dios.
Fructificarán aun en la senectud,
y estarán llenos de savia y verdor.
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