La escritora y académica Andrea Rodríguez Prat (Barcelona, 1988) acaba de ser galardonada con el prestigioso XLIV Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística por su obra Exégesis.
Este premio internacional, convocado anualmente desde 1981, reconoce las obras poéticas que expresan la relación íntima del ser humano con lo divino, y se ha convertido en un referente literario en el ámbito de la poesía mística contemporánea.
Exégesis, el poemario premiado de Andrea Rodríguez Prat, fue seleccionado por un jurado compuesto por reconocidos académicos y escritores como Luis Alberto de Cuenca Prado, Tomás Albaladejo Mayordomo, David G. Murray y José M.ª López Sevillano. La obra se impuso entre 312 propuestas de 32 países, una cifra que resalta la universalidad y la vigencia de la poesía mística.
El poemario propone un recorrido lírico por el Antiguo y el Nuevo Testamento, reflexionando sobre los grandes antagonismos de la existencia humana: luz y sombra, gracia y caída, eternidad e instante. Rodríguez Prat aborda el misterio de una criatura llamada a ser luz, pero consciente de su penumbra, culminando en un mensaje de esperanza y reconciliación.
Andrea Rodríguez Prat es la directora del Instituto Cultura y Pensamiento (CIP) de UIC Barcelona. Desde esta institución, promueve iniciativas interdisciplinarias que invitan a la reflexión crítica sobre las grandes preguntas de la humanidad.
La ceremonia de entrega tuvo lugar en el Colegio Mayor de la Universidad CEU San Pablo de Madrid y contó con la presencia del Cardenal Carlos Osoro, arzobispo emérito de Madrid, y de destacados representantes de instituciones académicas y culturales.
-¿Quién es Andrea Rodríguez Prat?
-Una persona inquieta con sed de palabras verdaderas y de belleza.
-¿De dónde te viene la vocación por la poesía? ¿y por la mística?
-Hace poco me enteré que cuando era pequeña mi padre me leía poesía en la cuna y, desde que tengo uso de razón, tengo el recuerdo de haberme sentido interpelada y conmovida por la literatura y, en particular, por la poesía.
»Lo mismo diría respecto a la vocación por la mística (si se puede decir algo así). Desde que era pequeña he tenido un sentido espiritual fuerte y, tal vez por este motivo, la poesía siempre me ha parecido un cauce maravilloso de expresión porque puede ser absolutamente espiritual.
Rodríguez Prat recibiendo el Premio Fernando Rielo de Poesía Mística.
-¿Qué supone recibir el Premio Fernando Rielo?
-Supone el reconocimiento externo de una pasión que ha ido tomando cuerpo con el tiempo. Estoy muy agradecida a la Fundación Fernando Rielo y, recibir este premio, supone un honor y privilegio. A nivel más personal supone validar y, de alguna manera compartir, mi propia experiencia.
»Por un lado, me supone también hacerme cierta violencia porque implica compartir algo íntimo (mi propia voz ante distintos escenarios de la vida); pero, por otro lado, también me permite tomar distancia porque -al ser reconocido por otros- se convierte en algo que puede llegar a ser universal.
-¿Con qué se encuentra el que lea Exégesis?
-Se encuentra con un poemario inspirado en distintos libros de la Biblia (Génesis, Salmos, Proverbios, etc.) en los que encuentro una caja de resonancia para hacer resonar mi propia experiencia. Los poemas de Exégesis tienen unos claros presupuestos antropológicos en los que se describe al ser humano -al yo poético- como alguien traspasado por un anhelo que le trasciende, como un alguien sediento de verdad, de salvación, de que Otro le acoja y le muestre su verdadera identidad.
»También traslucen una imagen del ser humano como alguien herido, desintegrado, que tiene necesidad de volver a una unidad originaria que, en su sentido último, solo puede alcanzarla a través de su encuentro con Dios.
Puedes ver aquí la ceremonia de entrega del Premio Fernando Rielo.
-¿Ha perdido hoy cierto interés la mística? ¿Por qué crees?
-A nivel sociológico puede ser. Estamos en un momento en el que — como diría Pieper — prevalece el ruido visual; y en este contexto de «aturdimiento», ritmo de vida frenético, en una sociedad que puede definirse como cansada (Byung Chul Han) lo sagrado parece no tener cabida.
»Quizá muchos reconocen que es importante el cuidado de la dimensión espiritual o mística pero difícilmente somos capaces de superar los estilos de vida impuestos y darle un espacio a la trascendencia. Precisamente por esta razón, recuperar una perspectiva mística me parece más necesario que nunca.
-¿Un mundo más místico sería más acogedor?
Por supuesto. La inmanencia, vivir encerrados en nosotros mismos, aplana los horizontes vitales y nos hace vivir en «la soledad y pequeñez de nuestros corazones». Nuestra mirada, con demasiada frecuencia, se vuelve hacia nosotros mismos juzgándonos duramente. En la sociedad del cansancio y de la competitividad es fácil pensar «no eres suficiente», «no cumples con los requisitos» o «no eres tan guapo, ni tan inteligente como los demás».
»En definitiva, la mística nos lleva a proyectar la mirada en un otro que es el único capaz de vernos como realmente somos. Frente a esta mirada amorosa por lo menos yo concluyo que no soy capaz de ser tan compasiva como lo es un Dios personal.
-¿Nos puedes decir dos referentes de las letras?
-Me gusta mucho la generación del 27. Siempre me ha apasionado Salinas y también diría que Ernestina de Champourcín, para mí, ha sido un referente no solo de las letras sino también vital.
-¿Nos puedes recomendar dos libros o dos poemas sobre poesía mística?
-Hay un poema de Tagore que me ha inspirado mucho:
Esta vez me portaré bien. Esperaré en la oscuridad, extenderé mi alfombra en el suelo, y cuando gustes, Señor, te acercarás sin hacer ruido porque este es tu lugar.
»Por último, no puedo dejar de recomendar la lectura de Santa Teresa de Jesús o de san Juan de la Cruz.
-¿Quieres añadir algo más?
-Algunas personas con las que he ido hablando después de recibir el premio, me han comentado con sorpresa, que no sabían que tenía esta afición por la mística y me han dicho que les parecía «valiente o atrevido» escribir este tipo de poesía. Tras varios encuentros similares, me ha viniendo a la cabeza la frase de «todo es mística».
»Dios, lo sagrado, lo trascendente permea toda la realidad y, del mismo modo que Santa Teresa decía que encontraba a Dios en los pucheros también podríamos decir que Dios está en nuestras inquietudes, alegrías, amores, en nuestras calles, en nuestros planes, en nuestra vida, en todo. Todo es mística o, como mínimo; tiene el potencial de serlo.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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