ROSARIO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 Hace unos días, un buen amigo de Lima, me envió un paquete con diferentes objetos religiosos, entre ellos, un precioso rosario de azabache y varias reliquias de segunda clase; también me obsequió con piadosas estampas, entre las cuales encontré una muy sencillita, titulada “Rosario del Corazón de Jesús”.

   ¡Qué sorpresa la mía! Aquella humilde estampa tenía el rezo de un rosario dedicado al Divino Corazón, el mismo que aprendí de niño y que después, con los años y las obligaciones, fui dejando de lado hasta olvidarlo por completo.

   Aquella corona me la enseñó mi querida Antoñita Rodríguez, una santa mujer, madre de familia que vivió en la Villa de Moya, en esta isla de Gran Canaria. Siempre que podía, me escapaba para ir a visitarla y aprender de ella y su gran espíritu cristiano. El pasado 24 de Octubre, en la  publicación de San Antonio María Claret, hice una breve reseña sobre esta desconocida santa.

   Por eso, al encontrarme de nuevo con la fórmula de rezar el Rosario del Corazón de Jesús, no pude contener las lágrimas, recordando aquellos años de infancia, donde amaba a Dios y a la Virgen Santa con mucho más fervor que hoy día.

   Nunca he creído en las casualidades, porque para Nuestro Señor no las hay; una simple estampa, con una devota imagen y una sencilla oración, pueden hacer mucho bien al alma de un niño, o de quien, por sus muchos pecados, se siente poca cosa ante Dios.

   Por eso, he querido copiar el rezo de aquella estampa que mi amigo Pedro Namuche me hizo llegar desde el Perú, para compartirla con vosotros; la he preparado para poder ser impresa y plastificada, por si queréis rezarla conmigo cada viernes, como me he propuesto, al igual que hice cuando era niño y amaba a Dios con todo mi corazón.