La población cristiana de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, está sufriendo enormemente a causa de los ataques terroristas perpetrados por grupos afines el estado islámico. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, a mediados de abril casi 15.000 personas habían huido de sus hogares a causa de la violencia.
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