En la clausura de la segunda Jornada Eucarística Mariana Juvenil en Covadonga, Mons. Sanz Montes apeló a la esperanza y la misión cristiana en un mundo marcado por la decadencia moral. Denunció la idolatría del poder, el dinero y la lujuria, y alertó sobre la iniciación temprana de los jóvenes en la pornografía. Invitó a los asistentes a ser «misioneros de la esperanza» con un corazón renovado por Cristo, siguiendo ejemplos como Bakhita y Carlo Acutis. Reivindicó la belleza de la fe y la llamada a una nueva «reconquista» espiritual desde la familia, el sacerdocio y la vida consagrada.
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