Se cumplen 10 años desde que 20 cristianos coptos y un converso entregaran su vida por amor a Cristo en una playa del norte de Libia. Terroristas del autodenominado Estado Islámico escogieron a estos 21 hombres y les amenazaron con decapitarlos si no se convertían al Islam. Y la sentencia se cumplió porque aquellos 21 jóvenes con sus monos naranjas no renegaron de su fe en Jesús y se convirtieron en mártires.
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