En la tarde del viernes, el Congreso Católicos y Vida Pública de Madrid acogió una mesa redonda con el título «…Y en todo, caridad», aludiendo a una famosa frase de San Agustín que anima a la unidad de los cristianos dentro de su pluralidad. En la mesa había representantes de 5 movimientos católicos, uno clásico y antiguo (la Acción Católica), dos surgidos a finales de los años 60 y principios de los 70 (Comunión y Liberación y el Camino Neocatecumenal) y dos recientes en España, Retiros de Emaús y Hakuna.
Los anfitriones: acciones para desarrollar juntos
Carmen Fernández de la Cigoña, secretaria general de la ACdP, ejerció de anfitriona recordando que esta asociación, titular de las universidades CEU, colabora con muchos de estos movimientos, con vídeos, conciertos, campañas y muchas cosas más. «Es una pequeña muestra de la riqueza de la Iglesia. La presencia en la vida pública requiere no ir solos. Hay que buscar acciones que podamos desarrollar conjuntamente», explicó. «En todo, caridad, es lo que nos une: acercar las almas a Cristo».
Comunión y Liberación: para qué está hecho el corazón
Enrique Arroyo, responsable en España de Comunión y Liberación desde este año 2024, y directivo del colegio JH Newman en Madrid, recordó el origen de CyL. Fue el sacerdote italiano Luigi Giussani, «una persona enamorada de Jesucristo y eso generó su pasión y entusiasmo por ofrecer a Cristo entre los hombres, renunció a una carrera de teólogo para anunciar la fe. En 1954 se dijo: ‘vengo a decirle a estos jóvenes para qué está hecho su corazón’. Y planteaba: ¿cómo un hombre de hoy normal puede creer en Jesucristo?»
Arroyo dijo que él mismo es converso, y se hizo cristiano «gracias a Jesús Carrascosa, profesor de religión, por la razón que dice Giussani: pude ver que Jesucristo es la respuesta a mis anhelos de bien, verdad, belleza». Oficialmente CyL nace en 1968, «época tremenda», con un manifiesto que se titulaba con esas palabras. «La verdadera liberación, decían, sólo puede llegar por la comunión que genera Cristo, porque Él ha vencido la muerte y ha vencido el mal».
De izquierda a derecha: Enrique Arroyo, de Comunión y Liberación, Miguel Marcos, de Fundación Hakuna y Segundo Tejado, sacerdote del Camino Neocatecumenal, profesor en Roma.
Camino Neocatecumenal: empezó en las barracas con los pobres
Por el Camino Neocatecumenal habló el sacerdote Segundo Tejado, que desde 2022 es profesor del Seminario Redemptoris Mater de Roma. «Yo también estaba fuera de la Iglesia. Era fotógrafo y profesor de fotografía antes de ser sacerdote», recuerda. Tras su conversión estuvo de misionero en Perú. «Aquí está monseñor del Palacio, que me ayudó mucho en mi juventud», dijo señalando al obispo emérito del Callao que estaba entre el público (y es columnista de ReL).
El Camino Neocatecumenal, dijo Tejado, «es un itinerario de formación católica válida para los tiempos de hoy». «Dice el Catecismo que la iglesia se forma con la escucha de la Palabra, los sacramentos y los carismas. Tras el Concilio Vaticano II, el Espíritu Santo generó muchos carismas, el Camino es uno. Kiko Argüello era un pintor con una carrera que empezaba a ser reconocida. En una crisis existencial, decide irse a las barracas, a un barrio muy pobre de Madrid. Él conocía a San Carlos de Foucauld, y de él sabía que «a Jesucristo se le encuentra en medio de los pobres», no a intentar que cambiaran, sino a encontrarse con Cristo, en lo que llama el sufrimiento de los inocentes».
En las barracas Kiko Argüello conoció a Carmen Hernández, que quería ser misionera en Bolivia. «En las barracas, con drogados y borrachos, empezó a leer la Escritura, y rezaban juntos. El arzobispo Casimiro Morcillo, de Madrid, fue a visitarles, y les dijo: tenéis que llevar esto a las parroquias». Así se fue extendiendo ese itinerario de fe.
Emaús: un retiro que cambia vidas
Emaús, Effetá, Bartimeo… son distintos formatos de los Retiros de Emaús. Ludi Medina, que estuvo en los inicios de Emaús en España, explicó que es un retiro de Nueva Evangelización, que llegó a España en 2010. Había nacido en Estados Unidos en 1978, y de las parroquias hispanas de Miami se extendió por países hispanoamericanos.
Francisco Ramírez, de Acción Católica y Pastoral Juvenil, y Ludi Medina, de Retiros de Emaús.
Desde Sudamérica llegaron 43 mujeres a España para organizar el primer retiro, y más adelante 23 hombres. «Se gastaban un dineral por venir y estar un par de días, por el ardor que sentían». Hay retiros de hombres y de mujeres.
«Es un fin de semana milagroso, llevado por el Espíritu Santo. La gente cambia espiritualmente gracias a los testimonios que se dan, y al servicio que se da. Hay muchos servidores en cada retiro, y retiros de más de cien personas, con listas de espera. En Madrid se expandió porque la gente quería llevarlo a sus parroquias y pueblos. De San Germán pasó a la Moraleja y a la parroquia de Cana», detalla (son zonas ricas de Madrid). Desde ahí se difundió más «y hoy ya está en Inglaterra, Italia, Alemania, Austria, Noruega…»
«Los líderes cambian, no hay uno que sea la cabeza, pero hay una comunión enorme, con un chat informal, un mismo manual y ayuda entre todos», detalló.
Hakuna: adoración, música, fe en la vida cotidiana
Miguel Marcos, de Fundación Hakuna, explicó que la música es sólo uno de los instrumentos que usa Dios en Hakuna para que muchos hagan experiencia de Cristo. Hakuna nace en 2012 en unos encuentros de jóvenes con el sacerdote Josepe Manglano, previos a la JMJ de Brasil. Había adoración eucarística y unas pequeñas charlas formativas.
«La adoración nos unía a todos con un vínculo irrompible, el del amor de Cristo, que es pleno y puro. En Rio de Janeiro hicimos un voluntariado. Muchos decían ‘me da miedo volver’. Había miedo a perder aquella comunión. ¿Cómo vivirlo en el día a día? En el libro ‘Santos de Copas’, el título pretende señalar que hay que vivir así en el día a día, en el trabajo, con los amigos, de copas, porque el Reino de los Cielos está entre nosotros, aquí ya hay Cielo, y queremos vivirlo»
«En nuestros encuentros, había gente con talento musical, le ponía música a Salmos, y a sus experiencias. ¿Qué hacemos? Tenemos un encuentro semanal, nos organizamos por grupos según edad y etapa vital, hay voluntariados, hay «escapadas» (viajes) y retiros».
Ludi Medina, de Emaús; Carmen Fernández de la Cigoña, secretaria general de la ACdP; Enrique Arroyo, nuevo responsable de Comunión y Liberación en España.
Acción Católica: primer anuncio, formación, salir
Francisco Ramírez Mora, exresponsable de jóvenes de Acción Católica General y ex-responsable de Primer Anuncio, trabaja hoy en la delegación de jóvenes de Conferencia Episcopal. «Yo vine con 17 años a estos congresos Católicos y Vida Pública, y con mi camiseta de ‘Jesús es revolución’, imprudencias propias de la juventud. En el Congreso aprendí que la formación es necesaria, que he de saber cosas de quien estoy enamorado, que la formación no es aburrida».
Explicó que Acción Católica General son «laicos de parroquia». Acción Católica ha dado frutos durante décadas, de formación, evangelización, solidaridad (Manos Unidas nació de las mujeres de Acción Católica). Recientemente ha insistido en su ser diocesano y parroquial y en la importancia del Primer Anuncio.
«Hoy buscamos generar procesos en las parroquias para acompañar al cristiano. Nos parecemos a Cáritas. Hay muchas obras de caridad, pero Cáritas es lo ordinario de las parroquias. Lo mismo pasa con Acción Católica. Buscamos crear comunidades, una fe organizada, con un camino de formación y enamoramiento de Jesús. Hay acompañamiento, que es importante. Ver, juzgar y actuar, analizar desde el Evangelio, concretar con la acción. Hace unos años, en 2009, lanzamos un proyecto para cristianos de parroquia, y para un mundo descristianizado, una herramienta de Primer Anuncio, el 4-40. Con oración y formación, el cristiano laico ya puede lanzarse a la acción».
Incertidumbres de nuestra época
Segundo Tejado, el sacerdote neocatecumenal, señaló que si hay incertidumbre en nuestros tiempos, los cristianos deben presentar a Cristo, siendo profetas.
Enrique Arroyo, de CyL, recordó que ya Giussani, en la época de la nube radiactiva de Chernóbil, hablaba de jóvenes vaciados por dentro, como por una radiación debilitante. «Los jóvenes necesitan ver que hay un significado, que hay personas que les dan testimonio del verdadero valor de la palabra padre, o bien, o comunidad. Y tenemos la certeza de que Cristo ha resucitado, tenemos uan esperanza que se contagia, y eso transforma a muchos chavales».
Miguel Marcos, de Hakuna, habló de «la valentía de vivir en verdad, sin miedos. Hay jornadas sobre cristianos perseguidos, pero también nosotros estamos llamados a ser mártires, quizá de otra forma».
Francisco Ramírez señaló que los cristianos deben poner el foco en las cosas que sí funcionan bien, las realidades vivas, encuentros como la JMJ, etc… «Los jóvenes nos seguirán y seremos testigos si somos valiente y coherentes. Los jóvenes huelen el plástico a kilómetros. Hay que dar normalidad, alegría, verdad, propuesta. Sí, necesitamos cristianos normales, enormemente enamorados de Cristo, capaces de escuchar a Rosalía y Hakuna. Que puedan decir que rezan, que van a misa y que quieren transformar el mundo sin huir del mundo», fue enumerando, a partir de muchos años de trabajar con jóvenes.
«Tenemos que tender puentes y generar espacios constructivos, con una sonrisa en la cara y desde la propuesta; si buscamos las trincheras, el mensaje no se transmitirá con la dulzura que necesita. Y es fundamental el primer anuncio. Nuestra sociedad es muy sentimental, la gente necesita afectos, y en la falta del sentido de la vida busca trascendencia. Ahí hay una oportunidad: Jesucristo te ama, ha dado la vida por ti, te ha rescatado… ¡y tienes una parroquia! Tenemos que generar cristianos adultos capaces de transformar el mundo. No generemos hijos y los abandonemos en elm mundo. Querernos mas y conocernos mas entre movimientos, y evangelizar juntos».
Zonas límite
Desde el público, habló Javier Fernández Cid, de Acción Social Empresarial. Veía una «zona de frontera» católica en el mundo empresarial y «la aplicación práctica de la Doctrina Social de la Iglesia. «Cuando una persona se nos acerca y ve que el Espíritu Santo y su vocación dan fruto, es cuando la llevamos a vosotros [los movimientos de evangelización]. Nosotros llevamos un submarino».
Un profesor de Sevilla dijo que en su ciudad los jóvenes de movimientos no acuden a voluntariados (diocesanos) ni a convocatorias de la Iglesia (diocesana). Francisco Ramírez respondió que hay jóvenes católicos que son como células durmientes, y que quizá en los últimos años la Iglesia ha sabido ofrecerles oración, y relación personal con Cristo, pero no lanzarles a la acción.
«La oración en los jóvenes está hoy bastante trabajada: eso debe llevarles a una comunidad de vida que les haga salir a servir. Cultura del bumerán: recogemos, nos formamos, sentimos comunidad y volvemos al mundo».
Carmen Fernández de la Cigoña, que es profesora universitaria en San Pablo CEU, respondió que ella sí ve jóvenes católicos cada vez más valientes, que muestran con más naturalidad su fe. Y animó a seguir creciendo en la unidad cristiana con su pluralidad de carismas.
(Fotografías de Elijah G.F.)
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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