«…Qué dicha para él de no solamente ver a Jesucristo, sino también de oirle, de tenerlo en sus brazos, y llevarlo de un lugar a otro, acariciarlo, abrazarlo, alimentarlo; de ser admitido en la participación de sus inefables secretos que fueron ocultos a los ojos del mundo. ¡Oh prodigio de elevación! ¡oh dignidad incomparable! La Madre de Dios, la Reina del cielo os llama su señor, el Verbo hecho carne os llama su padre y os obedece. ¡Oh Jesús! ¡oh María! ¡oh José! que haceis en la tierra una gloriosa trinidad, en la que pone todas sus complacencias la augusta Trinidad del Cielo! ¿Qué cosa se puede imaginar en la tierra tan grande, tan buena y tan excelente como esta?”.
San Bernardo
PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD
More Stories
Fall River lanza iniciativa para priorizar el bienestar de los sacerdotes
Papa Francisco inaugurará el Jubileo de la Esperanza 2025
El actor católico David Henrie dice que el viaje misionero con Cross Catholic Outreach le dejó un gran impacto