Hemeroteca Laus DEo04/08/2019 @ 13:12
Jesús, te entrego mi dolor y mi sufrimiento por lo que Tú sufriste durante Tu Agonía en el Calvario. Cada insulto que sufro, te lo ofrezco a Ti. Cada abuso y ataque verbal que sufro, te lo ofrezco en honor a Tu Coronación de Espinas. Cada crítica injusta hacia mí, la ofrezco en honor a Tu humillación frente a Pilato. Cada tormento físico que soporto de manos de otros, te lo ofrezco en honor de Tu Flagelación en la Columna. Cada insulto que sufro, te lo ofrezco en honor de la tortura corporal que sufriste durante la Coronación de Espinas, cuando estas te lisiaron Tu ojo. Cada vez que te imite, cuando transmita Tus Enseñanzas y cuando se burlen de mí en Tu Nombre, permite que te ayude en el camino hacia el Calvario. Ayúdame a estar libre de orgullo, y a nunca tener miedo de admitir que te amo, querido Jesús. Y luego, cuando todo parezca no tener esperanza en mi vida, querido Jesús, ayúdame a ser valiente, recordando cómo Tú voluntariamente permitiste ser crucificado de ese modo vil y cruel. Ayúdame a levantarme y a ser considerado como verdadero cristiano, un verdadero (fiel) soldado en Tu Ejército, humilde y de corazón contrito, en memoria del Sacrificio que Tú hiciste por mí. Toma mi mano, querido Jesús y enséñame cómo mi propio sufrimiento puede inspirar a otros a unirse a Tu Ejército junto con almas simpatizantes que te aman. Ayúdame a aceptar el sufrimiento y a ofrecértelo como una ofrenda para salvar almas en la batalla final contra la tiranía del maligno. Amén.
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