19/09/2024

Trabajar ya es el sueldo

Sorprende la generosidad de este dueño de la viña. Es evidente que no necesitaba a los que llamó a la última hora del día, que lo hizo simplemente por compasión hacia ellos. Ciertamente, pocas cosas son tan dolorosas como sentir que eres rechazado por todos y que nadie cuenta contigo para nada. Así se debían sentir los que habían estado todo el día esperando a ser llamados. “Nadie nos ha contratado“ le habían dicho a Jesús, y eso fue suficiente para que Jesús le respondiera: “Venid también vosotros a mi viña“. Este es nuestro Dios, alguien que no necesitando nada de nosotros ha querido necesitar todo de nosotros. Ha creado un mundo que está en vías de perfección, no ha salido realizado completamente del todo de sus manos, sino que el hombre ha de cooperar con Dios en llevar a su destino toda la realidad que él ha creado. Se puede decir que si Dios es un labrador que ha sembrado un jardín en el Edén, el hombre es su colaborador, alguien que cooperando con él, lucha, se esfuerza y trabaja por conseguirlo.
Y en esta viña hay trabajo para todos, todos tenemos algo que aportar aunque pensemos que no.
Porque Dios llama por pura gratuidad, resulta ridículo ponerle un precio a lo que hacemos. Como sonó ridículo el reproche de los jornaleros que se quejaban de haber cobrado igual que aquellos que habían trabajado menos que ellos. La respuesta que recibieron tuvo que sonrojarles y avergonzarles: “acaso no puedo hacer yo lo que quiero con mis bienes, o vas a tener tú envidia de mí porque soy bueno?”. Efectivamente, realmente ya estamos pagados por el hecho simple de que Dios cuente con nosotros. Ni siquiera es necesario percibir el fruto de nuestro trabajo como pago, puesto que en realidad ya es un privilegio poder trabajar con él. Es lo que dice San Pablo cuando se refiere al deber que el experimentaba de evangelizar y hacerlo de balde, dice el apóstol que en realidad, él ya está pagado.
Pidamos al Señor tener un corazón como el suyo, que no da con medida ni pide exigiendo recibir algo a cambio de lo que da.