La amnistía que el presidente en funciones Pedro Sánchez quiere aprobar, a cambio de los votos de los partidos independentistas, ha provocado recientemente las críticas de varios obispos españoles. Luis Argüello, Rouco Varela, Sanz Montes, Munilla o Gómez Sierra son algunos de ellos.
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, en el programa Sexto Continente de Radio María, ha comentado que «es profundamente inmoral que unos políticos amnistíen a otros políticos a cambio de recibir sus votos para seguir gobernando. Eso es profundamente inmoral porque supone poner por encima de todo la búsqueda del poder como el valor máximo (…). El ansia de poder llega a eliminar nuestros valores, nuestros ideales».
Secesión y Doctrina Social de la Iglesia
«No es legítimo asumir todos los medios, incluidos medios inmorales, para poder mantenerse en el poder (…). Es especialmente doloroso que se pretenda tomar por tonta a una nación al decir que se hace por el interés del bien común, eso no se lo cree nadie», ha añadido.
El obispo de Orihuela-Alicante ha recordado que si Pedro Sánchez no necesitara los siete votos de independentismo catalán para ser investido presidente «no lo haría». «Lo hace porque necesita esos votos para la investidura, es por el interés por el poder y no por el interés social», ha comentado.
«Es especialmente doloroso que se pretenda tomar por tonta a una nación», dice Munilla.
Por su parte, el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, ha publicado una carta titulada Valoración moral del nacionalismo en la que considera «moralmente cuestionable» que cada uno de los pueblos que históricamente integran un Estado «pretendan unilateralmente una configuración política de la propia realidad como Estado».
«Es necesario distinguir la nación, como una realidad eminentemente cultural, del Estado que es una realidad primariamente política; que puede coincidir con un solo contexto cultural o bien albergar en su seno diversos ámbitos culturales», añade.
«Cuando varias realidades culturales se hallan legítimamente vinculadas por lazos históricos, familiares, religiosos, culturales, económicos y políticos dentro de un mismo Estado, no puede decirse que cada una de ellas gocen necesariamente de un derecho a la soberanía política«, comenta.
Y concluye: «La Doctrina Social de la Iglesia reconoce un derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no en el de una secesión«.
Antonio María Rouco Varela, cardenal arzobispo emérito de Madrid, ha aprovechado la presentación del XXV Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, para cuestionar la amnistía.
«Está claro que la doctrina sobre la secesión unilateral es clara, no es aceptable desde el punto de vista de la Doctrina Social de la Iglesia una secesión unilateral, ese es el principio diremos ético de moral social que hay que tener en cuenta a la hora de juzgar este asunto», subrayó.
«Está claro que la doctrina sobre la secesión unilateral es clara, no es aceptable», dice Rouco.
Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, ha escrito en su cuenta de X: «La amnistía podría ser valiosa si fuera recíproca y los amnistiados renunciaran a un proceso ilegal y unilateral, si fuera fruto de un acuerdo con mayoría cualificada, si no amparase la violencia contra las personas. Si no es así, amenaza la convivencia a la que dice servir».
Jesús Sanz Montes, obispo de Oviedo, en su cuenta de X ha escrito: «La amnistía no es un borrón con cuenta nueva. Los que delinquieron grave y violentamente contra la convivencia destruyendo un Estado de derecho, determinan con su moneda de cambio el futuro de un pueblo. Cómplices que venden lo ajeno por un plato de lentejas para seguir en el poder».
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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