¡Jesús Nazareno, Dios y Redentor nuestro, que llevando sobre tus hombros la cruz, caminas al Calvario para ser en ella clavado!
Nosotros, pobres pecadores, somos la causa de tu Pasión dolorosísima.
Te alabamos y te damos gracias, porque como manso cordero recibiste sobre tus hombros el madero de tu suplicio, para expiar en él nuestros pecados y los del mundo entero.
Perdónanos, ¡oh Jesús Nazareno!
Reconocemos nuestras culpas y tu bondad inmensa al borrarlas con tu preciosa Sangre.
Te amamos sobre todas las cosas y prometemos serte fiel hasta la muerte.
Sostennos, oh Jesús Nazareno, con tu gracia y condúcenos por el camino de tus mandamientos a tu reino celestial.
"...quien piensa siempre en Mi Pasión forma en su corazón una fuente, y por cuanto más piensa tanto más esta fuente sea grande, y como las aguas que brotan son comunes a todos, esta fuente de Mi Pasión que se forma en el corazón sirve para el bien del alma, para gloria Mía y…
"...quien piensa siempre en Mi Pasión forma en su corazón una fuente, y por cuanto más piensa tanto más esta fuente sea grande, y como las aguas que brotan son comunes a todos, esta fuente de Mi Pasión que se forma en el corazón sirve para el bien del alma, para…
"...quien piensa siempre en Mi Pasión forma en su corazón una fuente, y por cuanto más piensa tanto más esta fuente sea grande, y como las aguas que brotan son comunes a todos, esta fuente de Mi Pasión que se forma en el corazón sirve para el bien del alma, para gloria Mía y para bien de…
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