A MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA
¡Alégrate, mujer! El que hace nuevas todas
las cosas, ha soplado en tu huerto y
exhala aromas de recién nacido.
No temas acoger a Juan como tu hijo,
póstuma entrega del agonizante Primogénito,
eco mensajero de una fresca anunciación.
¡Alégrate, mujer! La hora ha llegado;
en ella el dedo de Dios te ha modelado,
a vuelta libre del torno de tu vida.
Olvida ya todo dolor y tanto apuro,
Por el gozo del pueblo que al mundo ha venido,
en brotes de olivo y nuevo vino.
¡Alégrate, mujer! De nueva alianza Arca bendita.
El poder de su sombra te acompaña.
Primero abeja que en tu flor fecunda;
peristilo de apóstoles después rodea,
el templo vivo de Dios, que eres Iglesia.
Autor desconocido
Fuente: Catholic net
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