Belkız, nacida en una familia musulmana en Turquía, se convirtió en atea a los 15 años tras leer filosofía materialista. A los 28, un libro crítico del Corán y una película sobre Jesús cambiaron su perspectiva. Impactada por el mensaje bíblico, se unió a una iglesia protestante, pero luego encontró su hogar en la Iglesia Católica, donde fue confirmada en 2011. Hoy, destaca el amor infinito de Jesús y su transformación espiritual como cristiana.
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LA IGLESIA RESGUARDA EL DEPÓSITO DE LA FE, PARA ESO CRISTO LE DIO PODER, NO PARA CAMBIAR NI REDEFINIR LAS VERDADES INMUTABLES.
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