Debemos aprender a ofendernos con la cabeza alta, con la segura dignidad, no de aquel que se sabe superior, sino de aquel que sabe que ama algo superior, de aquel que en mitad del dolor por la ofensa siente compasión por aquellos que le ofenden, y por eso un minuto después pide a Dios que ellos también puedan sentirse algún día tan ofendidos como él
More Stories
Deportistas recuerdan a Francisco: fútbol aplazado en Argentina, Messi habla, gesto del Real Madrid
Se publica el testamento de Francisco, donde ofrece sus sufrimientos por la paz entre los pueblos
Las últimas horas de Francisco: se desveló a las 6 a.m, empezó a sentirse mal y murió por un ictus