Hemeroteca Laus DEo25/04/2021 @ 00:27
– No es desgana, es que hace dos días que no me siento bien.
– Cumple tu deber con esmero y verás cómo Jesús te amará aún más…
Dice el padre Germán: Gema tenía en su ángel custodio un solícito enfermero y un médico eminente. Bastaba que sufriese la más ligera dolencia para que lo tuviese a su cabecera toda la noche. La entretenía con sus santas exhortaciones, la consolaba en sus pesares, la defendía contra las asechanzas del demonio y le prestaba cuantos servicios necesitaba.
Ella le escribía: «Después de comer no me sentía nada bien, y el ángel me trajo entonces una taza de café tan bueno que me curé enseguida. Otro día, el ángel me dio a beber unas gotas de un líquido blanco en un vasito dorado, diciéndome que era la medicina con la que el médico del paraíso curaba a sus enfermos.»
El jueves por la tarde, Jesús me prometió que durante los días que faltara la señora Cecilia, haría que no me faltase nunca el ángel de la guarda. Me lo brindó ayer tarde y no me ha vuelto a dejar ni un solo momento… Hoy ni siquiera un minuto se ha separado de mí… Le he preguntado:¿por qué, cuando está la señora Cecilia, no apareces nunca? Me ha contestado: “Porque nadie, fuera de ella, sabe hacer mis veces. Pobre niña, eres tan pequeñita que necesitas quien te lleve de la mano. Ahora te llevaré yo, no temas, pero obedece”.
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