Según informa Tarragona Digital, la comunidad cisterciense de Poblet atraviesa una profunda crisis vocacional: en los últimos 25 años ha perdido la mitad de sus monjes y desde 2020 no se ordena ningún nuevo religioso. A pesar de ello, el monasterio mantiene la esperanza gracias a un nuevo programa pensado para despertar el interés de los jóvenes.
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