Cada semana, desde hace casi 30 años, John Deacon, de 72 años, recorre las calles de Kingsgrove, Beverly Hills y Bexley North en silencio, rezando por cada hogar y dejando avisos de oración en los buzones. Su ministerio ha tocado numerosos corazones y ha traído consuelo a su comunidad.
More Stories
Giovanni Battista Venturi
Saliendo de la secta de los «Testigos de Jehová»
Tres argumentos por el celibato