“La Paz dejada por Cristo a los suyos: No es la paz del mundo, que consiste en condescender con lo bueno y con lo malo y evitar toda lucha. Esta paz del mundo no tranquiliza las conciencias ni lleva el orden ni la paz, sino el desorden y la desventura a los hogares, a la sociedad y a las naciones: lo estamos viendo y sintiendo.
En cambio, la paz de Cristo es la que ante todo y sobre todo nos reconcilia y une con Dios, fuente de todo bien. Con ella, aún en medio de las luchas y persecuciones, el alma está tranquila, reina el orden y la felicidad en los hogares y pueden ser felices las sociedades y naciones”.
Mons. José María Caro Rodríguez,
“Homilías Dominicales”
PUBLICADO ANTES EN CATOLICIDAD
More Stories
LA IGLESIA CATÓLICA PROTESTA CONTRA LAS PROYECCIONES DEL GOBIERNO MORENISTA DE VIDEOS MONUMENTALES FAVORABLES AL ABORTO SOBRE LA FACHADA DE LA CATEDRAL METROPOLITANA
Que se pueda orar y celebrar en la propia lengua materna: el Papa marca el genio de Cirilo y Metodio
«¡Esa es mi hermana Clare!», la vida de la risueña Crockett