Conforme avanza el periodo estival, parece arreciar la polémica en torno a las religiosas clarisas excomulgadas en Belorado tras abandonar la Iglesia «libre y voluntariamente». Fue el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien lamentó tener que confirmar una excomunión que, a su juicio, sería de carácter «medicinal», buscando su «reflexión y la conversión personal» y, en última instancia, el deseado regreso a la comunión en Roma.
Pero la calma es solo aparente, pues tras la excomunión, el siguiente paso anunciado por el arzobispo y para el que se preparan las exreligiosas es el abandono del monasterio.
Para evitarlo, estas aseguran encontrarse en proceso de constitución de una asociación que les permita ser titulares civiles de las instalaciones, lo que no parece que prospere dada la conformidad legal con la propiedad canónica del convento por parte de las autoridades eclesiásticas. Propiedad que refrendan los acuerdos Iglesia-Estado de 1979.
Otro escollo al que deben hacer frente las excomulgadas es la cancelación de numerosas deudas en que han incurrido los últimos meses y para las que no tienen capacidad de respuesta, pues tras la excomunión -«son ellas las que abandonan», corroboró Iceta– la Iglesia sigue siendo la administradora de los bienes, que ahora la representarían las integrantes de la comunidad no excomulgadas.
Según el arzobispado de Burgos, la deuda de las exreligiosas ascendería al menos a los 42.000 euros «solo en facturas», datando algunas de ellas de hasta dos años de antigüedad.
Por ello, y como detallamos en Religión en Libertad, las exmonjas abrieron hace dos semanas una campaña de recaudación en Paypal de un mes de duración, con el objetivo de obtener 20.000 euros con los que hacer frente a las deudas.
Lo cierto es que según el arzobispo Iceta, esa cifra no sería una mínima parte del total que deben las exreligiosas. «Hay una hipoteca de 700.000 euros que se está pagando con el alquiler de un caserío que hay en Derio. Hay otra deuda viva de 70.000 euros y otra más de 32.000 euros. Luego están los suministros habituales y las nóminas, que hay que ir pagando. Todo ello se está sufragando con el dinero que han avanzado los otros monasterios de la federación, porque el saldo de las cuentas a las que tenemos acceso es insuficiente», explica.
Consiguen 2500 euros en 17 días
Tal y como se lee en la descripción de la campaña representada por la exabadesa Laura García De Viedma, las exreligiosas afirman ser objeto de una campaña de «insultos, calumnias, desamparo, aniquilación de la buena fama, coacciones, amenazas de desahucio»…etc.
«Pedimos ayuda para subsistir económicamente, dado que se nos han intervenido las cuentas bancarias y no podemos hacer frente a los gastos ordinarios de nuestra comunidad religiosa», rezaba la campaña.
Con todo, las exreligiosas parecen incapaces de alcanzar su objetivo. A falta de 13 días para que finalice la campaña, menos de la mitad del plazo, han recaudado poco más de 2.500 euros con fecha de este 25 de julio, algo más del 12% del total. Restarían por conseguir unos 17.500 euros en un plazo de 13 días, lo que parece improbable observando su frecuencia y cantidad de donativos.
Según se puede ver en la campaña, hasta ahora habrían donado 56 personas. Las mayores donaciones se dieron en la primera semana de campaña, alcanzando envíos de 100 o 200 euros, contrastando con otros de 1 o 50 euros.
En los últimos 7 días, el total obtenido es de unos 330 euros aportados por 9 donantes.
«Soy ateo», «Me da igual que sean monjas», «El pequeño contra el grande»…
Donantes que también son variados, pero entre los que no se observa precisamente una motivación excesivamente espiritual, salvo en contadas ocasiones.
Más allá de algún donante que comenta «Qué Dios las bendiga» o «Dios sea bendito», la mayoría de quienes dan su opinión parecen verse unidos por su oposición a la Iglesia, ya sea desde el ateísmo, la indiferencia o la dialéctica de oposición.
Así, se encuentran usuarios como Academia, que dice: «Ya me gustaría ver a cualquier otra asociación española llegar a esta cifra de crowdfunding sin dar recompensas. . . Que lo haga el obispado a ver si financiaba sus sábanas de seda».
Un anónimo comenta «La fe y las creencias no están sujeta a reglas y liturgias estrictas» y otro anónimo subraya que le «da igual que sean monjas», sino que destina 5 euros para «apoyar al pequeño contra el grande«. Otro perfil es el de Martin Moseguí, quien tras reconocerse «ateo«, opina que lo que la «`Santa Madre Iglesia´ les está haciendo es indignante».
‘Me da igual que sean `monjas´. Es apoyar al pequeño contra el grande’ o ‘la fe y las creencias no están sujetas a reglas y liturgias estrictas’ son algunos de los comentarios que acompañan a los donantes.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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