Agradeciendo a los presentes «por tomarse el Día del Señor… para hacer lo que debemos hacer un domingo, estar con la familia y los amigos, rezar, apoyar la verdad, vivir para el Señor de la vida», Strickland introdujo el Rosario, diciendo: «Ahora pasamos al mayor poder que tenemos: el Rosario de la Santísima Virgen María».
More Stories
Para el enfermo, «la principal herramienta del acompañamiento espiritual es el propio profesional»
James Martin, líder del lobby LGBTI en la Iglesia, anuncia su participación en la JMJ de Lisboa
«Hoy termino con mi vida»: en el ocultismo, acosado por presencias, fue rescatado por María y Emaús