03/05/2024

NO ES LÍCITO BENDECIR A PAREJAS IRREGULARES U HOMOSEXUALES

 

Bendecir a una pareja, implica NECESARIAMENTE bendecir la relación que entre ellos existe. En tal caso, no se está bendiciendo a individuos aislados ni a personas por separado, sino a la pareja misma como tal. Un sacerdote no debe bendecir a una pareja que vive pecaminosamente (homosexuales o quienes viven en adulterio público como los que están en unión libre, o casados por la Iglesia, divorciados o separados y vueltos a unir con otra persona) porque, aunque se niegue y se diga lo contrario, este acto supone NECESARIAMENTE que se bendice la unión al estar bendiciendo a la pareja. Esta es la realidad aunque se inventen mil pretexos que contrarían la verdadera caridad al confirmar, de hecho (aunque se diga que esto no se pretende), al pecador en su pecado.

Cualquier intento de justificación de bendecir parejas irregulares es una falacia, así se digan todo tipo de falsedades para tratar de convencer a los católicos poco instruídos. Quienes teniendo ojos no quieren ver que esto es un escándalo y que contraría lo que siempre enseñó la Iglesia al aceptar, de hecho, aunque se diga lo contrario, situaciones incompatibles con la ley moral, son ciegos voluntarios que prefieren seguir un documento pastoral no infalible que contraría (en los hechos) la doctrina que la Iglesia ha enseñado durante dos mil años y que nadie puede legítimamente cambiar. Y que a quienes digan que el nuevo documento nada trata de cambiar, Dios les perdone el engaño que tratan de difundir, pues el documento se refiere no a individuos sino a parejas, y la bendición de una pareja NECESARIAMENTE implica bendecir su relación.

Mantengámonos absolutamente fieles a la Iglesia Católica y a lo que siempre ha enseñado durante dos mil años.

 

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