Mons. John Sherrington, responsable de los asuntos provida de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, y Mons. Patrick McKinney, obispo de Nottingham, han pedido que tenga más peso la voz de los padres en los casos de niños que sufren una grave enfermedad y a los que no se permite salir del país para recibir un tratamiento alternativo.
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