QUÉDATE, SEÑOR, CONMIGO
Has venido a visitarme,
como Padre y como Amigo.
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo!
Por el mundo envuelto en sombras
voy errante peregrino.
Dame tu luz y tu gracia.
¡Quédate, Señor, conmigo!
En este precioso instante
abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte.
¡Quédate, Señor, conmigo!
Acompáñame en la vida.
Tu presencia necesito.
Sin Ti desfallezco y caigo.
¡Quédate, Señor, conmigo!
Declinando está la tarde.
Voy corriendo como un río
al hondo mar de la muerte.
¡Quédate, Señor, conmigo!
En la pena y en el gozo sé
mi aliento mientras vivo,
hasta que muera en tus brazos.
¡Quédate, Señor, conmigo!
More Stories
PUBLICADO POR LA BAC:’Sus heridas nos han curado’, prolonga los frutos del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón
¿Por qué podemos confiar en que nuestra oración será escuchada por Dios?
Preferir lo inmediato a lo justo: Predicación Cardenal Raniero Cantalemessa