Las calles cercanas al Senado romano se llenaron de emoción y sorpresa cuando el arzobispo Bacqué falleció a causa de un fallo cardíaco, convirtiendo el lugar en un escenario inusual de despedida que atrajo la atención de multitudes.
Las calles cercanas al Senado romano se llenaron de emoción y sorpresa cuando el arzobispo Bacqué falleció a causa de un fallo cardíaco, convirtiendo el lugar en un escenario inusual de despedida que atrajo la atención de multitudes.
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