Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. En la gloria del cielo, los bienaventurados continúan cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación entera.
More Stories
Maharashtra intensifica su ofensiva contra los cristianos con nuevas leyes anticonversión
Iglesias cristianas de Honduras convocan una jornada de oración
Iglesia anglicana considera exhumar el cráneo de santo Tomás Moro