Había una vez un matrimonio católico que, con mucho esfuerzo, envió a sus hijas a un colegio católico. Cada domingo, iban a misa en familia. De niñas, todas tomaron la comunión, y de adolescentes, colaboraron en diversas iniciativas de ayuda social que organizaba el colegio. Luego entraron a la universidad, y una tras otra, se ennoviaron. Paulatinamente, fueron dejando de ir a misa. Cada una a su tiempo, le fue informando a sus padres que no habría casamiento. Todas se fueron a vivir en pareja.
]]> PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
More Stories
Dios ha tocado todos los palos del dolor
La Iglesia recuerda que no existen los «desbautismos»
Oficios de Jueves Santo, en San Pedro: la gran revolución es «hacerse Eucaristía, imitando a Jesús»