Ania, niña polaca diagnosticada con una grave malformación cardíaca y alta probabilidad de síndrome de Down, superó un pronóstico fatal tras nacer gracias a un milagro. A sus padres les recomendaron realizar un aborto. Su historia, destacada por la fundación Grupa Proelio, inspira un mensaje pro-vida: ningún niño debe ser privado de oportunidades, incluso ante diagnósticos médicos adversos.
More Stories
«Aunque el islam es una religión minoritaria en Haití, su presencia ha ido en aumento»
Capellán legionario camino a los altares: «oración, sacrificio, compromiso con el deber y alegría»
Hallado ahorcado un sacerdote católico en una diócesis india