Shahida Bibi, cristiana paquistaní secuestrada a los 11 años y obligada a casarse con su captor, ha conseguido anular su matrimonio y recuperar su identidad religiosa de forma legal. Su caso revela la dramática situación de miles de niñas cristianas, hindúes y sij en el país, víctimas de matrimonios forzados y conversiones al islam.
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