¿Concibes a un hijo que no ame a su
madre?
¿A un caballero que no honre a la dama
de sus ensueños?
¿A un súbdito que no reverencíe a su reina?
MADRE, SEÑORA, REINA DE LOS
APOSTOLES, eso es la VIRGEN MARIA.
¿Flaqueas? ¿Resbalas? ¿Lloras?
¡He ahí a tu MADRE!
¿Quieres salvar al mundo?
¡No lo conseguirás sin la VIRGEN!
Llámala a todas horas.
Amala con frenesí.
Pídele en todas tus cuitas.
Encárgale tus cosas.
¡Es Madre! ¡Es tú Madre!
Nunca falla.
El sábado que es su día, practiquemos en honor
de Nuestra Señora la:
FELICITACION SABATINA
A LA VIRGEN INMACULADA
A tu protección nos acogemos, Santa Madre de
Dios. Acepta estas súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades.
¡Guárdanos, Señora, Virgen Gloriosa y Bendita!
ORACION DE SAN BERNARDO
Acuérdate, ¡Oh piadosísima Virgen María!, que
jamás se ha oído decir que ninguno de los que han
acudido a tu protección, implorando tu asistencia y
reclamando tu auxilio, haya sido abandonado por Tí.
Animado con esta confianza, a Tí también acudo,
¡Oh Madre y Virgen de las Vírgenes! y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a;
presentarme ante tu presencia soberana.
No desprecies mis súplicas; ¡Oh Santa Madre de
Dios! antes bien, escúchalas propicia y dígnate acogerlas favorablemente. Amén
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