Hace unas semanas, en este portal se destacaban algunas noticias acerca del aumento de acoso y agresiones (verbales e incluso físicas) a sacerdotes en Polonia y España. Situación que, como vemos, ya no ocurre únciamente en aquellos países más o menos remotos donde se persigue al cristianismo, sino también en Occidente, y cada vez más. El odium fidei se expresa de modo crecientemente desembozado, tras varias generaciones criadas en la aconfesionalidad cristiana de las sociedades.
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