El pináculo de Notre Dame ha sido recientemente devuelto a su posición original, tras el incendio de 2019, lo que significa que la amenaza de importantes «innovaciones» arquitectónicas durante la restauración del edificio parece estar disminuyendo. Sin embargo, el arzobispo de París, Mons. Laurent Ulrich, le ha comunicado al presidente francés que le gustaría ver vitrales modernos incorporados en la catedral durante su reconstrucción.
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