A la prensa, sea cristiana o mundana, le está constando precisar en titulares qué es lo que el Papa hace o deja de hacer con su Declaración Fiducia Supplicans. También hay gran diversidad de enfoques sobre la importancia que tiene el documento.
Un ejemplo lo vemos en las primeras portadas de la versión de papel de tres grandes periódicos españoles: para El País, era el tema más importante del día, mientras que en La Vanguardia le dedicaban una columna de portada y en El Mundo una esquinita de la portada.
A 4 columnas, El País titulaba: «El Papa aprueba que la Iglesia bendiga a parejas homosexuales». Y en subtítulo: «Francisco da un paso trascendente para la aceptación de uniones gais y de lesbianas, pero aclara que en ningún caso se equiparan al matrimonio».
En la versión de Internet, El País titulaba de una forma más neutra y matizada: «El Vaticano aprueba bendecir a las parejas homosexuales sin equipararlas al matrimonio«. Pero la entradilla del texto de El País ya entraba en valoraciones arriesgadas:
«El papa Francisco avala con su firma esta medida, que continúa con el camino abierto a su llegada y que mantiene el pulso con el sector más conservador de la Iglesia. Las parejas del mismo sexo, los matrimonios civiles y las uniones de hecho podrán ser bendecidas por la Iglesia. Es más, deberán serlo si lo reclaman. Así lo autoriza y argumenta una declaración de la Santa Sede publicada este lunes y que ha sido presentada y certificada mediante firma por el papa Francisco. El Pontífice continúa así con el proceso de apertura de la Iglesia hacia lo que él denomina periferias: sociales, culturales y geográficas. La decisión, en suma, da luz verde a los sacerdotes para sacralizar a parejas del mismo sexo».
Lo de que «deberán ser bendecidas si lo reclaman» es un invento del periodista, porque todo en Fiducia Supplicans se deja al albur de la prudencia pastoral de cada clérigo. En cuanto a lo de «sacralizar a parejas del mismo sexo», es claramente erróneo: para la iglesia no hay nada de sacralizado ni de sagrado en la pareja como tal, aunque cada uno de sus miembros sí es valioso para Dios y para la Iglesia, como persona amada por Dios.
Portadas de tres grandes periódicos españoles: para El País, fue el tema más importante del día; para La Vanguardia, merecía una columna en portada; para El Mundo, una diminuta esquinita en portada; La Razón y ABC no lo mencionaban en portada.
Para La Vanguardia, un volantazo respecto a 2021
En La Vanguardia se titula: «El Papa acepta las bendiciones a las parejas homosexuales». Y se añade: «El Vaticano especifica que no deben impartirse como un ritual para no generar confusión con el matrimonio».
La corresponsal de La Vanguardia en Roma escribe: «El papa Francisco ha dado el mayor paso hasta la fecha para la inclusión del colectivo LGTBI en la Iglesia. En un cambio de rumbo muy significativo, y que seguramente enfurecerá a los sectores más conservadores de la curia romana, el Pontífice ha autorizado este lunes que los sacerdotes puedan bendecir a las parejas homosexuales siempre y cuando esta bendición no se equipare de ninguna forma al matrimonio, que sigue estando reservado, para la doctrina católica, a la unión entre un hombre y una mujer».
Considera que «se trata de una Declaración, un documento de alto valor doctrinal, que es la primera que se publica en más de 20 años –la última fue Dominus Jesus en el 2000– y supone un volantazo respecto a la postura de la Doctrina de la Fe en el 2021, cuando el antiguo Santo Oficio había decretado que los curas no podían llevar a cabo de ninguna manera estas bendiciones puesto que “Dios no puede bendecir el pecado”.
ABC tituló que «El Vaticano aprueba bendecir a las parejas homosexuales sin equipararlas al matrimonio».
En La Razón escribe del tema el director de la revista Vida Nueva, José Beltrán, detallando que «en el histórico giro vaticano no hay letra pequeña, pero sí cautelas: no debe fijarse ritual alguno que pueda confundir este gesto con el sacramento del matrimonio que continúa considerándose únicamente la unión entre un hombre y una mujer abierto a la procreación». El texto de La Razón afirma que «no se le escapa a Doctrina de la Fe ningún detalle, ni tan siquiera la referencia a los espacios dónde se puede realizar. Así, se permitiría en cualquier templo, pero también durante «la visita a un santuario, el encuentro con un sacerdote, la oración recitada en un grupo o durante una peregrinación».
En realidad, Fiducia Supplicans no menciona nada de ningún templo ni dice que la bendición se imparta en un templo: puede impartirse en cualquier lugar, desde un prostíbulo a un hospital, por Zoom, en un barco mercante, etc… aunque sus ejemplos del santuario y la peregrinación hacen pensar en entornos de fe y actos breves de oración.
La prensa internacional coincide: interesa más el tema gay que los divorciados
La prensa internacional en inglés coincide en sus titulares: que el Papa permite a los sacerdotes (en realidad, también a los diáconos) bendecir parejas del mismo sexo, lo que les parece más importante que los otros casos de parejas en situación irregular.
Los titulares online en noticias internacionales fueron directos: El Papa dice que los sacerdotes católicos pueden bendecir parejas del mismo sexo, era el titular básico en BBC. La CNN titulaba: El Papa Francisco autoriza bendiciones para las parejas del mismo sexo.
En el New York Times titulaban igual: permiso del Papa para que los sacerdotes puedan bendecir parejas del mismo sexo.
«El Papa Francisco permite a los sacerdotes bendecir parejas del mismo sexo, titula el New York Times; «un funcionario de la Iglesia dijo que las bendiciones implicaban un ‘desarrollo real’ que aún así no cambia ‘la doctrina tradicional de la iglesia sobre el matrimonio», resumía el periódico progresista norteamericano.
En La Croix, el periódico católico de publicaciones Bayard, en francés, el titular es más amplio: «Bendiciones de parejas homosexuales, los católicos entre la satisfacción y perplejidad». Y la entradilla explica: «El Vaticano ha publicado el lunes 18 de diciembre un texto en el que autoriza la bendición de parejas del mismo sexo y de divorciados vueltos a casar fuera del marco litúrgico. En Francia las reacciones se dividen entre la acogida calurosa y los interrogantes». La Croix tiene lectores también en África, donde la acogida del texto no es nada entusiasta y tendrá que hacerse eco de lo que digan allí los obispos y otras voces.
Revista America: habla solo de gays, otras parejas no interesan
En la revista America, de los jesuitas de EEUU, los 4 artículos que hablan de Fiducia Supplicans el 18 y 19 de diciembre, centran todos sus titulares en las uniones gays.
Lo que pasa con las parejas de divorciados, separados, cohabitantes, etc… de distinto sexo no interesa en absoluto a la revista America.
El tema LGTB en esta revista lo centraliza el sacerdote activista James Martin. En su primer artículo al respecto dice que «la declaración abre la puerta, por vez primera, a bendiciones oficiales de parejas del mismo sexo por ministros de la Iglesia, algo que ha sido deseado largamente por católicos LGBTQ y sus familias y amigos».
Lo considera un «gran paso», porque «es la primera vez que un documento vaticano trata a las parejas del mismo sexo con tal cuidado pastoral. Implica un cambio dramático respecto al responsum del dicasterio hace dos años que decía que los sacerdotes y diáconos no pueden bajo ninguna circunstancia bendecir parejas del mismo sexo porque ‘Dios no puede bendecir el pecado». Martin recuerda que una declaración tiene más rango en la jerarquía teológica y magisterial.
Martin, que suele autoarrogarse la representación de las personas con sentimientos homosexuales, añade: «Las personas LGBTQ y sus amigos y familias sentían que el foco en esas relaciones como pecaminosas ignoraba o rechazaba sus experiencias de relaciones del mismo sexo amorosa, comprometidas y sacrificadas».
En la revista de los jesuitas de EEUU, America, el tema de la homosexualidad lo monopoliza el jesuita y activista LGTB James Martin (no dan espacio a apostolados de castidad, cambio de orientación sexual, etc…); «La declaración del Papa Francisco de bendiciones del mismo sexo es un paso adelante mayor para los católicos LGBTQ», dice el titular.
A los que dicen que «nada ha cambiado», Martin les responde que cuando una enseñanza de la Iglesia cambia, el párrafo introductorio más común dice ‘como la Iglesia siempre ha enseñado…’. Martin recuerda que en el Sínodo de la Sinodalidad encontró personas que se negaban a usar el término LGTBQ en los documentos eclesiales, y piensa que esas personas verán esta medida como «amenazadora» y «la tentación será decir que nada ha cambiado».
Proclama Martin que «el cambio aquí es que estas bendiciones están ahora oficialmente aprobadas por el Vaticano. Hoy, con algunas limitaciones, yo puedo hacer estas bendiciones públicas de parejas del mismo sexo; ayer no podía».
Martin lo ve como «una respuesta pastoral muy necesitada para las parejas católicas en relaciones amorosa, comprometidas y sacrificadas que desea la presencia de Dios en sus vidas».
Pero, en realidad, Fiducia Suppplicans no pide ni que sean católicas, ni que sus relaciones sean amorosas, comprometidas ni sacrificadas, sólo que sean dos y pidan bendición a un ministro ordenado.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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