Con 28 votos a favor y 20 en contra, el Senado del estado de Washington aprobó una ley que castiga con casi un año de cárcel a los sacerdotes que mantengan el secreto de confesión en casos de abuso. La iniciativa, liderada por la senadora demócrata Noel Frame, elimina toda protección a la libertad religiosa del clero y ha sido calificada como un ataque a la Primera Enmienda por grupos católicos y expertos legales.
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