Jeromy Darling, actor y músico de 42 años, hijo de pastor evangélico, fue siempre un apasionado de la evangelización y creció intentando anunciar a Cristo entre los alejados. Pero en cierto momento se preguntó por la Iglesia, su historia, sus elementos clave. Sintió que la Didajé (una catequesis de los primeros cristianos), los Padres de la Iglesia y los libros de Chesterton le empujaron inevitablemente a la plenitud de la fe católica.
Una infancia pobre, pero con amor y fe
Nació en 1981 en una familia muy pobre, que vivía en un aparcamiento de caravanas. Sus padres eran pobres pero con mucha fe, cristianos evangélicos muy religiosos que dieron mucho amor a sus hijos. No sabía nada del catolicismo, pero a menudo escuchaba música gregoriana para dormir: ya lo relacionaba con belleza y paz.
Su padre era converso y tenía un testimonio personal de luchar contra adicciones con la ayuda de Dios. Cuando Jeromy era niño, su padre se hizo pastor evangélico y ayudó a crear varias comunidades no denominacionales, trabajando mucho por atraer hacia Cristo a personas alejadas de la fe. Poco a poco, la situación económica mejoró.
En 1999 Jeromy tenía 17 años y participaba con la familia en la creación de una nueva iglesia en Minneápolis. «Era una zona en que todos eran wiccanos (neopaganos) y satanistas, con pantalones colgantes y piercings, y decíamos: necesitan a Jesús«, recuerda.
Allí conoció a su esposa, una chica hermosa pero golpeada por el alcohol y los malos tratos de adolescente. Ella se bautizó, rehizo su vida, trabaron amistad y tres años después se casaron tras pasar muchas pruebas. Afrontarían enfermedades y dificultades, pero pese a las complicaciones Jeromy siempre que pudo colaboró con su música en actividades de evangelización.
Así, en 2014, llevaba su música de fe a prisiones y casas de acogida: durante varios meses recorría un tercio del país con varias actuaciones en directo cada día para los pobres y encarcelados. En 2015 colaboró con un movimiento que buscaba animar a los adolescentes a aplazar las relaciones sexuales, evitar la pornografía y empezar a valorar la castidad. Veía claramente la relación entre pornografía, inmoralidad sexual y falta de madurez personal y emocional que daña o impide crear familias. «Hablé con unos 25.000 chavales en un par de años en las Twin Cities y muchos me han escrito, a mano, sobre el tema».
Falsa acusación, una comunidad se rompe
Hacia 2017, cuando empezó el movimiento feminista Me Too, un origen de la ola woke en EEUU, Jeromy tomó conciencia de se trataba de un impulso ideologizado para dañar a las familias, y especialmente a los padres cristianos casados. Vivió de cerca el método woke de griterío y acoso poco después, cuando alguien hizo una acusación contra su padre. Su congregación se asustó, retiró la palabra a su pastor, antiguos amigos se hicieron a un lado, no hubo realmente investigación. En apenas 6 meses la familia se encontró sin ningún apoyo en esa iglesia.
Jeromy empezó a hacerse preguntas sobre cómo orientar sus dones y capacidades. En realidad, ¿tenían que intentar poner en marcha otra comunidad cristiana? ¿Qué decía la Biblia? Pero repasando la Biblia, no había instrucciones estrictas sobre cómo crear «líderes de iglesias domésticas», «líderes de alabanza», «responsables de grupos pequeños».
Él mismo, como responsable de la música, en el centro de escenario, a veces se encontraba con que le idolatraban y otras le despreciaban. Sólo conocía esa forma de ser cristiano y ahora le resultaba incómoda e insuficiente.
¿Qué enseña la historia de la Iglesia?
Unos meses después, en 2018, su hermano vino con un texto de la Didajé, una catequesis de los primeros siglos que, como Jeromy señala, «es incluso más antigua que algunos libros de la Biblia». Y ahí, le señaló su hermano, se leía que «antes de comulgar hay que confesarse». Eso es lo que hacían los primeros cristianos.
«Yo seguía a Jesús conscientemente desde los 5 años, pero no tenía ni idea de qué había pasado en la Iglesia tras la muerte de los Apóstoles«, detalla. Tampoco sabía responder a la pregunta «cómo surgió la Biblia». Así descubrió a los Padres de la Iglesia de los primeros siglos. De hecho, señala que en apenas 5 minutos de conversación con su hermano sobre el tema, sospechó que tendrían que hacerse católicos.
Esa misma noche, paseando, pensó: «Necesito alguien que defienda la doctrina y el dogma o pareceré un bobo». Descubrió que necesitaba la Iglesia histórica, la tradición, la conexión con los primeros cristianos.
Empezó a leer y a escuchar audiolibros. El primero fue Cruzando el Tíber, de Steve Ray, un ex-evangélico y ya veterano católico y apologista. Los Padres de la Iglesia tenían un consenso claro sobre el bautismo, sobre la eucaristía, y sobre otros temas. Había una tradición viva que nos enlaza con los Apóstoles.
Jeromy cuenta su descubrimiento del catolicismo en este vídeo con la Sociedad GK Chesterton (en inglés):
Chesterton: el gran maestro
Supo que necesitaba leer también Historia. Empezó por El hombre eterno, de G.K.Chesterton: «Aún hoy es el libro más profundo que he leído sobre el cristianismo como respuesta a las preguntas filosóficas del hombre», dice. Después leyó Ortodoxia, también de Chesterton. Vio que sus padres le habían dado amor y le habían transmitido la fe cristiana, pero veía que era una versión «incompleta, le faltaba la completitud», explica. Su tercer libro de Chesterton ya fue Por qué soy católico, «y me paraba en cada página, subrayando todo».
Chesterton respondía a algunos bulos anticatólicos de los años 30 del siglo XX. Jeromy había visto cómo bulos y falsas acusaciones golpeaban a su padre y a su familia con increíble facilidad, y no le costó entender que casi todo el anticatolicismo que conocía se basaba también en bulos.
Poco a poco, lo que iba leyendo y escuchando en audiolibros, lo ordenó y al final lo presentó en un ensayo titulado Becoming Catholic (Haciéndome Católico), aquí en inglés.
Jeromy Darling en una obra de teatro basada en 1984 de Orwell.
Audiolibros, apps de voz y oraciones
Jeromy es católico desde 2018. «He leído unos cien libros o más desde 2018. Paso mucho tiempo conduciendo, así que muchos son audiolibros. Los acelero a 1,3 y así puedo ir más rápido y aún se escucha bien. Incluso encontré una app que me lee artículos en un acento británico muy convincente. Saco oraciones y artículos de First Things y The Catholic Thing, unos diez por semana«, explica en The Catholic Spirit.
«Lo que quiero es conocer más a Jesús. Amo a Jesús y quiero saberlo todo sobre Él. ¡Me he perdido tantas cosas! Tardé en llegar aquí. Belleza, filosofía, teología… todo apunta a Cristo», añade.
Su vida de oración incluye el Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia y la Coronilla a San Miguel Arcángel. «Son cortos y sencillos, de cinco a ocho minutos cada día», explica.
Adviento y normas caseras
Este es el primer año en que intenta planificar explícitamente un Adviento de oración, y apoyarse en su familia, su esposa y sus cuatro hijos. Quiere hablar con los chicos sobre su «viaje de fe». También quiere leer la Biblia con ellos. Ahora leen juntos La princesa y el trasgo, una novela de fantasía de George McDonald que encantó a Chesterton y a Lewis.
En este vídeo de 4 minutos (en inglés), critica que nuestra cultura sea «la más saturada de sexo de la Historia) y llena de mentiras al respecto.
Piensa mucho en la educación de los niños y adolescentes, como padre, evangelizador y coordinador de Confirmación en su parroquia. «Hoy vivimos en un vacío sin gran arte. Criamos chavales de 8 años enganchados a la pornografía y TikTok, así que tenemos una nación de pequeños adictos que no pueden pensar por sí mismos, perpetuamente enganchados a no hacer nada», denuncia.
Por eso, en su casa los niños no tienen móviles inteligentes, aunque el mayor tiene «un LightPhone, que es como un teléfono sencillo pero con mapas por si quiere ir en bici» y el de 11 años tiene un GabbPhone. «A los chicos solo les dejamos YouTube los sábados, y el ordenador está en una habitación abierta, sin puerta. Esa era la regla de mi padre en los 90″.
Jeromy sigue evangelizando con la música y el arte. Ha participado en una película llamada His name is Michael (interpreta a un sacerdote, el único en Nevada, que se enfrenta con demonios), y colabora como coach o acompañante en The Redemption Project, un sistema que apoya a personas que salen de la cárcel con acompañantes que les asesoran de cerca. «Nuestro sistema judicial está hecho un asco, y es trabajo católico cambiar eso en el país», denuncia.
También participa militantemente en los apostolados de Catholic Rural Life y la Sociedad GK Chesterton que busca «renovar el mundo con alegría cristiana y sentido común».
Web de Jeromy Darling: http://www.jeromydarling.com
Su web de música: https://jeromydarling.bandcamp.com
Su canción «Camino a Damasco» aquí (audio en YouTube)
Su canción Emmanuel aquí (audio en YouTube)
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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