03/05/2024

Jaqui Lin, la «fan de Hakuna» que «dejó mudo» al jurado de Factor X: «Canto para dar gloria a Dios»

La gente que había en el plató de Factor X -el famoso talent show de Telecinco-, y los millones de usuarios detrás de las pantallas de televisión, ordenador, móvil… se quedaron boquiabiertos el pasado miércoles 17 de abril al escuchar la extraordinaria interpretación de la canción ¿Dónde estarás?, hecha por una artista treintañera, de origen catalán, de voz dulce, y apodada Jaqui Lin (puedes escuchar aquí la canción).

Las redes sociales se convirtieron entonces en un hervidero, y no dejaron de comentar las frases más curiosas de la canción: «Vivo mi soltería como una comprometida, no tengo anillo ni prisa, sigo a la Virgen María», «saldré a viajar y a San José le voy a rezar«, o, sin duda, el momento más impactante de la noche, el «Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu nombre venga a nosotros tu reino hágase tu voluntad (pa-ra, pa-pa-pa)».

Vanesa Martín, Abraham Mateo, Willy Bárcenas y Lali Espósito -el jurado del programa-, fueron otros de los que alucinaron con la actuación de Jaqui Lin. Bárcenas (Taburete) aseguraba que le había «encantado»: «Ole tú por hacer una letra que probablemente no va con los tiempos que corren y demás. Pero son tus ideas y las defiendes en tu canción».

Mientras que Lali Espósito subrayaba que es «muy emocionante siempre cuando alguien cree en algo, defiende algo y le pone su impronta a eso en lo que cree. Nos trajiste algo inesperado. Te felicito un montón. Es muy especial lo que haces».

Abraham Mateo, tras destacar que la afinación había sido perfecta, levantó las manos al cielo y dijo: «No sé si es una cosa de Dios…», cuando, Jaqui Lin, se dirigió a él, y le propuso: «Hace unos meses empecé a producir canciones como las que habéis escuchado ahora. Y tengo una canción que es una rumba, que se va a llamar ‘Gloria a Dios’. Y me encantaría de corazón que la produjeras tú». A lo que, Mateo, sin pensárselo, dijo que sí.

Puedes ver aquí la interpretación de Jaqui Lin en Factor X.

Pero, ¿quién es realmente Jaqui Lin? La chica que se presentó en Factor X con un «quiero seguir siempre la voluntad de Dios» y he venido para «evangelizar». Es más, que para convencer al jurado, escogió una canción que nació de una experiencia espiritual: «Sentí que Dios me llamaba a una misión en concreto, con ese don que me ha regalado, que es la voz«.

Jaqui Lin (@jaqui.lin) atiende a ReligiónEnLibertad para hablar de su relación con la fe, su vocación musical, los retiros de Effetá a los que acudió, sus vínculos con Hakuna y de su vuelta a Dios gracias a un testimonio del famoso actor mexicano Eduardo Verástegui. 

-¿Quién hay detrás del personaje de Jaqui Lin?

-Jaqui Lin es una joven de 30 años, la segunda de cuatro hermanos, que siempre ha vivido ensimismada con la vida. Muy genuina con todo lo que hace, nunca tiene tiempo de aburrirse. Le gusta cantar, componer, escribir, customizar, pintar, y siempre trata de encontrar un momento para rezar y orar. Porque este es el motor que le mueve y lo enciende todo.

»Jaqui Lin viene de mi nombre de pila, Jaqueline. Siempre me han llamado Jaqui, y quería que eso no se perdiera. Y Lin vendría a representar todo mi universo. Significa vida y crecimiento.

«Sentí que Dios me llamaba a una misión en concreto, con ese don que me ha regalado, que es la voz», dijo Jaqui en el programa Factor X (Foto: @jaqui.lin).

-Y, cuéntanos, ¿dónde naciste?, ¿en qué ambiente te criaste?

-Nací en Lérida, Cataluña (España), y he vivido en Andorra, Barcelona y Madrid. En estos momentos resido en el mejor lugar de todos, que es mi pueblo, El Pla de Sant Tirs (Lérida). Un lugar que podría ser el cielo en la tierra. Vivo rodeada de montañas, naturaleza, animales, y donde se respira mucha paz.

-Pero, ¿cuándo descubres que tienes un don para la música?  

-Empecé a cantar a los 12 años. A esa temprana edad le pedí a mi madre con mucho fervor que me llevara a algún lugar para cantar. Sentía muchas ganas de expresarme de esta manera, cantando. Y allí empezó todo. También estudié saxofón y solfeo, y más tarde arte dramático musical.

»La música siempre ha estado muy presente en mi vida. Siempre pensé que ese sería mi lugar. Cuando compongo, pueden pasar siete, ocho, nueve horas sentadas en una silla, que no me doy ni cuenta. El tiempo se paraliza y deja de existir. Es una sensación increíble. Hace dos años lancé mi primer álbum debut Mirando al Cielo. Y actualmente estoy lanzando sencillos de mi nuevo proyecto. Música para dar gloria a Dios y transmitir un mensaje de amor, fe y esperanza universal, con la única misión de arañar almas.

-¿Qué relación tienes con la fe? ¿Vienes de una familia católica?  

-Siempre he sido creyente. Mi familia también, pero, aunque hice la Comunión y la Confirmación, no éramos tan practicantes como lo somos ahora. En mi caso, cuando estaba en segundo de carrera, que tendría unos 20 años, sentí mucha sed de búsqueda. Mucha sed de saber más y de tener una relación mucho más cercana con Dios. Creo que esto empezó a suceder después de que escuchara el testimonio de conversión de Eduardo Verastegui. Y ahí, recuerdo pedirle a un amigo que me regalara una Biblia.

»Empecé a leerla con devoción, también me iba muchos días a misa, a rezar…, bueno, fui descubriendo y entendiendo muchas cosas. Ha sido un proceso de evolución y discernimiento personal muy grande. Aún así, siento que la impronta de Dios ha estado y está muy presente en mí desde que nací.

-¿Nos puedes contar dónde vives la fe? ¿Tienes algún grupo, comunidad, parroquia…?

-Siempre he vivido la fe de una manera muy independiente y personal. Cuando era más jovencita, no conocía ningún grupo de jóvenes cristianos, tampoco tenía demasiados amigos ni conocidos que lo fueran, pero eso no me restaba tampoco. Siempre sentí una fortaleza muy grande. Fue mucho más tarde cuando me hablaron de grupos como Hakuna y ahí pude conectar con personas que compartíamos la fe.

-¿Quién es Dios y la fe para ti?

-Para mi Dios es el Todopoderoso. El Señor, Jesús, es mi mejor amigo, el que me da los mejores consejos, el que siempre me escucha, el que nunca me abandona, el que me enseña, el que me espera, el que me guía para seguir siempre su voluntad. Que lo hieran, me destroza. Lo amo con todas mis fuerzas y trato de ofenderle lo menos posible. La fe es un don y yo he tenido la gracia de tenerlo siempre. Invito a todo aquél que no lo tenga a pedirlo. Porque cuando hay fe, hay más amor, más aceptación y la vida es otra cosa totalmente distinta.

-¿Hubo un momento determinado en el que te acercaste más a Dios? 

-Sí. Como comentaba anteriormente, mi conversión más profunda de fe empieza cuando tenía unos 20 años. Hice un viaje a Medjugorje, y allí tuve una experiencia muy especial a través del sacramento de la confesión. El sacerdote que me confesó me dijo que tenía el don de poder arañar almas. Vio en mi un alma muy pura.

»Me dio las gracias porque, en esos días, dónde éramos más de 40.000 jóvenes de todo el mundo, vio en mi mirada a Jesús y yo también lo vi en la suya. Fue algo increíble que no se puede explicar con palabras. También me mandó tomar una decisión, dolorosa en ese momento, y al sentir que esas palabras venían del Jefe y de Nuestra Madre de cielo, le hice caso, y esa fue una prueba que marcó mi fe y firmeza por querer seguir la voluntad de Dios. Seguirla no siempre es fácil, ya que estamos apegados a muchas cosas, incluso a personas, pero Dios sabe lo que nos hace bien. Así que hay que escucharle y confiar. Mi frase favorita es Fiat voluntas tua.

«Para mi Dios es el Todopoderoso. El Señor, Jesús, es mi mejor amigo, el que me da los mejores consejos, el que siempre me escucha» (Foto: @jaqui.lin).

-Por cierto, ¿quiénes son tus santos preferidos?

-Tengo especial devoción por Santiago Apóstol (mi santo), me reconozco un poco en cómo vivía la santidad Santa Teresita de Lisieux. También le rezo a San José. Y, recientemente, he descubierto a San Giuseppe Moscati, el doctor de los pobres, a quién admiro y me gustaría parecerme.

-Tu Instagram dice que has participado en Effetá, ¿cómo te ayudaron esos retiros?  

-Sí, he participado un par de veces. Me lo propusieron y fui a ver en qué consistía. Creo que es un buen lugar para aquellas personas que quizás están un poco frías de Dios o necesiten un momento de encuentro, ya que el hecho de ver a otros jóvenes que comparten la misma necesidad y los mismos valores de fe hace que te sientas en familia y muy bien acogido. Cada retiro aporta algo distinto. Los que se sientan llamados a ir que no se lo piensen. Dios les tendrá algo preparado que les hará mucho bien.

-Estuviste también en un programa llamado «Quiero ser monja»… ¿cómo surgió esa oportunidad? ¿Por qué decidiste participar?

-Esta experiencia se me presentó en un momento dado, cuando estaba estudiando la carrera de Filosofía. Yo me encontraba en un momento muy efervescente viviendo mi fe y tenía muchas ganas de compartir lo que había descubierto con el mundo. Tuvimos el privilegio de conocer la vida de las religiosas y fue maravilloso saber cuál es su misión realmente. La importancia de la oración.  

Una de sus publicaciones en Instagram.

-A todos estos programas le aportas un componente religioso… ¿consideras tu arte una especie de apostolado para el mundo?  

-Sí. Siento que Dios quiere que utilicemos nuestros dones para ayudar al prójimo. «En el atardecer de la vida seremos examinados en el amor», como decía San Juan de la Cruz.

»Me siento llamada a escribir canciones que den gloria a Dios, que conecten con todo el mundo, ya que son canciones para todos los corazones, y que sean éstas las que hagan pensar. Mi música es el reflejo de mi corazón, donde cuento mis experiencias de vida, siempre impregnadas de esa riqueza espiritual. «Lo que rebosa el corazón, lo habla la boca». El Papa Francisco dijo que hiciéramos lío, ¿no?

-¿Cómo se puede vivir la fe en un mundo como el de la televisión? ¿Qué te dicen el resto de músicos, los cámaras…? 

-Siempre hay lugar para un rayo de luz cuando se abre una brecha. Solo alguien que viva su fe con firmeza y rectitud es capaz de llevar su mensaje al mundo entero. Y, por supuesto, estando dispuesto a recibir cualquier tipo de respuesta y/o humillación, porque a Jesús también lo humillaron. Lo que ha ocurrido con el equipo de Factor X ha sido increíble.

»Estaban fascinados con la canción ¿Dónde estarás?. Me enseñaban vídeos que grababan en el coche de camino a los estudios de Mediaset, cantándola. Todos se la sabían. Veían mi propuesta como algo nuevo y muy auténtico. Canciones que conectaban con todo el equipo, por sus producciones y arreglos, y a la vez que transmitían un mensaje super íntimo y explícito, sin tapujos.

-¿Cómo se te ocurrió la idea de cantarle a Dios y a la Virgen?  ¿Qué repercusión ha tenido? ¿Qué te ha dicho la gente? 

-Antes de participar en Factor X, yo ya estaba escribiendo y produciendo este nuevo proyecto. De hecho, la canción ¿Dónde estarás? ya había salido en todas las plataformas. Cantarla en Factor X me ha permitido conectar con más público y dar más visibilidad a mi propuesta. La repercusión ha sido buenísima. Recibí muy buenos comentarios por parte del jurado y Abraham Mateo dijo que quería trabajar conmigo. 

-Para terminar, ¿qué planes de futuro tienes? ¿Dónde te gustaría llegar?

-Actualmente sigo trabajando en mi proyecto, escribiendo y produciendo nuevas canciones. Mi ilusión es llegar a los máximos corazones posibles. Ser cooperadora de Dios e instrumento para la conversión de aquellos que todavía no reconozcan a su padre celestial. Dónde Él me lleve ahí estaré para ser testimonio de vida y de fe.

PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»