El número de víctimas mortales en el conflicto entre Hamás e Israel supera ya las 1.200 tras más de 48 horas de ataques. Tras la ofensiva de Hamás con atentados terroristas y cohetes, las Fuerzas Armadas de Israel respondieron atacando más de 500 «objetivos terroristas». La ONG Human Rights Watch ha acusado a ambos bandos de cometer crímenes de guerra y ha condenado los asesinatos deliberados de civiles, la toma de rehenes y los castigos colectivos.
Israel ha confirmado al menos 700 muertos israelíes y más de 2.000 heridos a causa de los ataques de Hamás. Se calcula que además han muerto unos 500 palestinos en estos dos días, no sólo en Gaza, sino en otros 14 enfrentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Un corresponsal de la agencia palestina de noticias WAFA ha indicado que aviones israelíes han bombardeado un mercado y una mezquita en los campamentos de Shati y Yabalia, situados en el norte del enclave palestino. Israel ha publicado un decreto que permite a los civiles israelíes armarse con hasta 100 balas.
En este contexto, los jefes de todas las iglesias cristianas de Tierra Santa (católicos, ortodoxos, protestantes) han difundido el 7 de octubre un manifiesto con su postura conjunta, en la que condenan «cualquier acto dirigido contra civiles, independientemente de su nacionalidad».
«Nuestra fe, que se basa en las enseñanzas de Jesucristo, nos obliga a abogar por el cese de todas las actividades violentas y militares que causan daño a los civiles palestinos e israelíes», coinciden todos los líderes cristianos en su texto conjunto. «Imploramos a todos trabajar incansablemente hacia el fin de la violencia y el establecimiento de una paz justa y duradera que permita Tierra Santa sea un faro de esperanza, fe y amor para todos».
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Declaración de los Patriarcas y Jefes de las Iglesias en Jerusalén
Jerusalén, 7 de octubre de 2023
Tierra Santa, un lugar sagrado para innumerables millones de personas en todo el mundo, está actualmente sumida en la violencia y el sufrimiento debido al prolongado conflicto político y la lamentable ausencia de justicia y respeto de los derechos humanos.
Nosotros, los Patriarcas y Jefes de Iglesias en Jerusalén, hemos apelado una y otra vez a la importancia de respetar el Status Quo histórico y legal de los santuarios sagrados. En estos tiempos difíciles, nos unimos para alzar nuestras voces en unidad, haciéndonos eco del mensaje divino de paz y amor para toda la humanidad.
Como custodios de la fe cristiana, profundamente arraigada en Tierra Santa, nos solidarizamos con el pueblo de esta región, que está soportando las devastadoras consecuencias de los continuos conflictos. Nuestra fe, que se basa en las enseñanzas de Jesucristo, nos obliga a abogar por el cese de todas las actividades violentas y militares que causan daño a los civiles palestinos e israelíes.
Condenamos inequívocamente cualquier acto dirigido contra civiles, independientemente de su nacionalidad, etnia o fe. Tales acciones van en contra de los principios fundamentales de humanidad y del enseñanzas de Cristo, quien nos imploró «amar a tu prójimo como a ti mismo» (Marcos 12:31).
Es nuestra ferviente esperanza y oración que todas las partes involucradas presten atención a este llamado a un cese inmediato de la violencia. Imploramos a los líderes políticos y a las autoridades que entablen un diálogo sincero, buscando soluciones duraderas que promuevan la justicia, la paz y la reconciliación para el pueblo de esta tierra, que ha soportado el peso del conflicto durante demasiado tiempo.
En nuestra calidad de líderes espirituales, extendemos nuestras manos a todos aquellos que sufren y oramos para que el Todopoderoso conceda consuelo a los afligidos, fortaleza a los cansados y sabiduría a quienes ocupan puestos de autoridad. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que redoble sus esfuerzos para mediar en una paz justa y duradera en Tierra Santa, basada en la igualdad de derechos para todos y en la legitimidad internacional.
Recordemos las palabras del Apóstol Pablo: “Porque Dios no es Dios de desorden sino de paz” (1 Corintios 14:33). En el espíritu de este mensaje divino, imploramos a todos trabajar incansablemente hacia el fin de la violencia y el establecimiento de una paz justa y duradera que permita Tierra Santa sea un faro de esperanza, fe y amor para todos. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos nosotros durante estos tiempos difíciles.
Firman: Los Patriarcas y Jefes de las Iglesias en Jerusalén
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El ataque de Hamás sucedió mientras el Patriarca Latino de Jerusalén, el nuevo cardenal Pizzaballa, se encontraba en su Bérgamo natal, en Italia. Además de unas declaraciones a Avvenire animando a todos «a recobrar la razón», dio orden de que todos los festejos planeados en Tierra Santa para celebrar su capelo cardenalicio se suspendan «hasta nueva orden, debido a las presentes circunstancias».
Además, el 7 de octubre el Patriarcado Latino difundió su propia nota (además de la de nota conjunta del resto de líderes).
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Declaración del Patriarcado Latino de Jerusalén
El ciclo de violencia que ha matado a numerosos palestinos e israelíes en los meses pasados ha estallado esta mañana, sábado, 7 de octubre de 2023.
Fuimos testigos de una repentina explosión de violencia que es muy preocupantes debido a su extensión e intensidad. La operación lanzada desde Gaza y la reacción del Ejército israelí nos devuelven a los peores momentos de nuestra historia reciente. Las víctimas y tragedias, demasiadas, que familias tanto palestinas como israelíes tendrán que afrontar, crearán más odio y división, y destruirán más y más cualquier perspectiva de estabilidad.
Llamamos a la comunidad internacional y a los líderes religiosos en la región y en el mundo, a hacer todo esfuerzo en ayudar a desescalar la situación, restaurar la calma y trabajar para garantizar los derechos fundamentales de la gente de la región.
Las declaraciones unilaterales sobre el status de lugares religiosos y sitios de culto agitan el sentimiento religioso y alimentan aún más odio y extremismo. Es por lo tanto especialmente importante preservar el Status Quo en todos los Santos Lugares en Tierra Santa y en Jerusalén en particular.
El continuo derramamiento de sangre y las declaraciones de guerra nos recuerdan de nuevo la necesidad urgente de encontrar una solución duradera y amplia al conflicto palestino-israelí en esta tierra, llamada a ser tierra de justicia, paz y reconciliación entre pueblos.
Pedimos a Dios que inspire a los líderes mundiales en su intervención para la implantación de la paz y concordia para que Jerusalén sea una casa de oración para todos los pueblos.
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En la foto, el padre Gabriel Romanelli, argentino, el párroco de Gaza.
En Gaza hay una única parroquia católica, con menos de 200 católicos. Además, hay unos 800 cristianos de otras denominaciones. Y casi 2 millones de musulmanes hacinados en un pequeño espacio.
El párroco católico es un misionero argentino del Instituto del Verbo Encarnado, Gabriel Romanelli. En declaraciones al diario argentino La Nación explicó que el estallido le sorprendió estando en Belén, y que los controles y tropas no le dejan entrar en Gaza y llegar a su parroquia, donde queda su vicario, un sacerdote egipcio.
“Varias familias ya han ido a refugiarse a la parroquia, sobre todos las que viven cerca de los lugares más sensibles. Nosotros preveíamos que podía pasar algo, ya que en mayo tuvimos una guerra de cinco días. Ya estaba en el ambiente, ciertamente fue un año muy violento y por más que habían cesado las ofensivas de mayo, no quedó bien toda la zona. Si bien había signos de distensión, como los permisos de los trabajadores para salir de la franja de Gaza, no estaba bien la situación y más de una vez supusimos que iba a pasar algo, entonces empezamos a preparar los refugios”, cuenta.
“Habitualmente tenemos dos lugares principales: la parroquia, con la escuela parroquial, ahí se refugian los vecinos, los del barrio y luego hay otra escuela más grande, de la Sagrada Familia y tratamos de coordinar con otras instituciones. No es fácil, pero si esto degenera, como puede ocurrir, por todos los signos, en una guerra más larga, no queda otra. Ahora está [en Gaza] el sacerdote, el padre Yussuf, mi vicario, egipcio, están las hermanas de nuestra congregación del IVE, las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta con niños discapacitados y algunos ancianos mayores enfermos y las hermanas del Rosario, que están en otra estructura”, precisó.
Sorprendido por el nivel de violencia
Romanelli reconoce que jamás imaginaron algo de semejante envergadura, con centenares de muertos de ambos lados, incursiones, personas secuestradas, cuerpos que se habrían llevado como botín a Gaza.
“Esto sorprendió a todos. Algunos analistas lo comparan con la guerra del Yom Kippur, en el sentido de que tomó por sorpresa a las mismas fuerzas de seguridad israelíes. Además, nadie habría imaginado que las brigadas allá habrían tenido la fuerza y la posibilidad de hacer algo así. Sea por el momento elegido, sea por el modo, esto sorprendió a todos. Por más que nosotros sospechábamos que iba a pasar algo, más por la experiencia, más por lo que hay en el aire, en el ambiente, jamás me imaginé algo así”, reconoció.
Para Romanelli, volver de Belén, donde se encuentra, a la franja de Gaza, va a ser complejo, ya que todo se encuentra bloqueado en este momento en Israel. «Yo pedí y los responsables del Patriarcado latino de Jerusalén se están comunicando para ver si me dejan entrar: si bien tengo a mi vicario allá, pesa sobre mí una responsabilidad de muchísima gente, enfermos, familias. Tenemos más de diez clínicas de Cáritas [en toda Israel y Palestina] que ya estaban desde hace varios meses preparadas para una emergencia”, explicó al diario argentino.
PUBLICADO ANTES EN «RELIGIÓN EN LIBERTAD»
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