09/12/2024

Las primeras catedráticas del Opus Dei: abriendo espacios en la universidad, en letras y ciencias

El 11 de febrero, día de la Virgen de Lourdes, nos visita la efeméride conocida como el Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia. Es costumbre en ReL visibilizar alguna de las que además de haber sido niñas terminaron siendo mujeres científicas. Hablamos de estas mujeres porque, en sí mismas, son hechos concretos que ponen de manifiesto la plena conciliación ciencia-fe.

En este 2024, vamos a proponer a «las primeras catedráticas universitarias del Opus Dei». Así las presentó no hace mucho en un seminario Mercedes Montero, investigadora del Centro de Estudios San Jose María Escrivá, junto con la historiadora Inmaculada Alva.

Ya hablamos en ReL de una de ellas, Lourdes Díaz-Trechuelo, investigadora eminente en Historia de la Hispanidad y Catedrática de Historia de América en la Universidad de Córdoba (1975-1987).

Carmen Castillo: literatura latina y epigrafía romana

Carmen Castillo García (Granada, 1932) se convirtió en 1972 en la segunda mujer que en España obtenía una Cátedra de Filología Latina.

Es catedrática emérita de Filología Clásica, en el Departamento de Filología de la Universidad de Navarra. Sus líneas de investigación fueron la literatura latina, con especial atención a la Prosa Clásica (Cicerón y Livio); la Comedia (Plauto); la Traducción y edición de textos, y la Historia Romana, destacando la Epigrafía y Prosopografía. En los últimos años su investigación se orientó principalmente al estudio del siglo IV, en los dos ámbitos literario e histórico.

Carmen Castillo García, catedrática de Clásicas, en foto de Manuel Castells.

Comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, trasladándose a la Universidad de Madrid para terminar su especialidad en Filología Clásica, volviendo a Granada para desempeñar la labor como profesor ayudante de Griego en el curso 1956/57. Se trasladó a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra en 1962, donde otro miembro del Opus Dei, Antonio Fontán, decano de dicha facultad la nombró profesora ayudante. Allí hizo su tesis doctoral, bajo la dirección de Álvaro D’Ors y participando en el desarrollo de una importante biblioteca en humanidades. 

Defendió su tesis doctoral en 1965 en la Universidad de Madrid, ganó en 1969 la oposición de Profesor Agregado de Lingüística Latina, y en enero de 1970 tomó posesión de dicha cátedra de Filología Latina en la Universidad de Madrid, como Profesora Agregada. Allí trabajó con varios maestros que marcaron un hito en los estudios de la Filología Clásica en España: Francisco Rodríguez Adrados, Sebastián Mariner, Martín Ruiperez Sánchez y Antonio Ruiz Elvira, entre otros.

En junio de 1972 obtuvo por concurso, la Cátedra de Filología Latina en la Universidad de La Laguna. De regreso a Pamplona en 1973, ejerció la docencia en la Universidad de Navarra hasta su jubilación, llegando a ser Vicedecana de la Facultad de Filosofía y Letras (1973-1982) y directora del Departamento de Filología Clásica (1973 – 2002). Fue Directora del Consejo Editorial de la Colección “Mundo Antiguo”de Editorial EUNSA, miembro del Comité de Redacción de Hispania Epigraphica, miembro de la constitución de la Sociedad Española de Lingüística y de la Sociedad de Estudios Clásicos de Navarra y Colaboradora en la redacción del CIL II2. Algunas de sus publicaciones científicas pueden verse en Dialnet.

Ana María Echaide: estudiando el vasco que se habla en Navarra

Ana María Echaide Itarte (San Sebastián, 1936) se licenció en Filología Románica (Barcelona, 1959) y se doctoró en 1967. En 1981 obtuvo por concurso la Cátedra de Lingüística General en la Universidad del País Vasco, incorporándose durante un breve período de tiempo para regresar de nuevo a Pamplona, a la Universidad de Navarra. En Pamplona (1975-2002) impartió Lengua Española, Lingüística General y Lingüística Vasca, y distintos cursos de doctorado.

Ana María Echalde Itarte estudió las variedades dialectales del vasco en Navarra.

En 1994 puso en marcha y dirigió el Diploma de Estudios Vascos, en el que tomaron parte alumnos de distintas Facultades hasta 2002, en que fué nombrada Catedrática Emérita. En la Universidad de Navarra ha sido Directora del Departamento de Lingüística General y de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca, Vicedecana-Directora de la División de Filología, Bibliotecaria General y representante de la Universidad de Navarra en la Junta Permanente de la Sociedad de Estudios Vascos (1978-2002). Es también académico correspondiente de Euskaltzaindia desde 1982, miembro del Consejo Navarro de Euskera en 1996-98, miembro de la Comisión Técnica del Ayuntamiento de Pamplona en 1997, vocal de la Fundación Colegio de Navarra en representación de Eusko Ikaskuntza en 1998-2002, y miembro de JAKIUNDE desde 2009.

Con su labor puso en marcha tanto la enseñanza de lingüística vasca para estudiantes de Filología como la investigación en este ámbito, que siguió dos líneas de trabajo principales. La primera, relacionada con la recopilación y el estudio de variedades dialectales de Navarra, se inició con un amplio corpus de encuestas lingüísticas realizadas según un cuestionario elaborado por Koldo Mitxelena. Los materiales recogidos fueron publicados por Eusko Ikaskuntza en 1989. El proyecto tendría continuidad con el posterior trabajo de campo y transcripción de las encuestas realizadas en diez localidades navarras, destinadas a la elaboración del Atlas Lingüístico emprendido por Euskaltzaindia. La segunda línea de investigación fue, a su vez, la que quedó abierta tras su tesis doctoral sobre “lenguas en contacto”. Sus publicaciones científicas pueden verse en la web de la Universidad de Navarra. 

Pilar Sesma: fue la más joven catedrática de Biología Celular

Pilar Sesma Egózcue (Pamplona, 1950) es actualmente catedrática emérita de la Universidad de Navarra y se ha dedicado al estudio de la patología, anatomía y fisiología.

Licenciada y doctora en Ciencias Biológicas, fue la catedrática más joven de España en su área, Biología Celular, y la primera alumna navarra de la Universidad de Navarra que obtuvo una cátedra universitaria, siendo Decana de la Facultad de Ciencias entre 1990 y 2005.

Pilar Sesma Egozcue, catedrática en Biología Celular, foto de Manuel Castells.

De orígenes humildes y familia numerosa, accedió a la universidad gracias a becas del Ministerio de Educación y Ciencia, y a la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra. Comenzó su andadura docente como profesora titular de Biología Celular de la Universidad de Valencia (1977), y ganó en 1983 la cátedra en la Universidad Autónoma de Barcelona (1983). De regreso a Pamplona, ocupó diversos cargos en la Universidad de Navarra: catedrática de Biología Celular (1984-2015), decana de la Facultad de Ciencias (1990-2005), y adjunta al Vicerrectorado de Profesorado (2007-2012). También estuvo al cargo del departamento de Histología y Anatomía Patológica durante veinte años.

Dirigió veintitrés tesis de licenciatura y doce tesis doctorales, y participó en dieciocho proyectos de investigación. Es autora de 82 publicaciones científicas. En 2016 la Universidad de Navarra le hizo entrega de su Medalla de Oro. 

En una entrañable entrevista desgranaba vivencias y convicciones como sólo a una maestra de la conciliación ciencia-fe le es dado hacer. 

María Pilar Fernández Otero: Premio Doctor Graiño de Farmacia

María Pilar Fernández Otero (Pontevedra, 1947) se licenció y doctoró por la Universidad de Santiago de Compostela, incorporándose en 1985 a la Universidad de Navarra en 1985, siendo decana de su Facultad de Farmacia entre 1986 y 1994, época en la que vivió el nombramiento del primer doctor ‘honoris causa’ de Farmacia, el profesor Santos Ruiz. En la Universidad de Santiago realizó una importante labor docente e investigadora que continuó después en Barcelona y Navarra. Fue becaria del Instituto Español de Fisiología y Bioquímica del CSIC para trabajar en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Sheffield bajo la dirección del Prof. Smith y en el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Oxford bajo la dirección del Prof. Parsons, sobre distintos aspectos de la permeabilidad de las membranas biológicas. Su tarea investigadora se ha reflejado en un centenar de publicaciones científicas y artículos de investigación en revistas internacionales y nacionales.

María Pilar Fernández Otero, catedrática de Farmacia, foto de Manuel Castells.

Galardonada con el Premio Doctor Graiño de la Real Academia de Farmacia, es desde 1978 miembro de número de la Real Academia Gallega de las Ciencias y desde 1990, miembro correspondiente de la Real Academia de Farmacia. Ha sido Decana de la Facultad de Farmacia y en la actualidad es Vicerrectora. Fue vicerrectora de Investigación durante más de doce años en la Universidad de Navarra. Recibió la Medalla de Oro de la Universidad en 2008.

Son mujeres como éstas las que de algún modo obligan a los «danbraunistas» a mirarse a fondo la inquina anti-Opus que mantienen. Sus vidas y carreras son ejemplos de armonía entre la fe católica y la vocación científica y docente.

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