El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo emérito de Lima, está siendo objeto de escarnio público tanto por la Santa Sede como por los obispos peruanos. Acusado de un delito de abusos que él niega, por el que no fue juzgado pero sí sancionado, se ha convertido ya en paradigma de lo que es la justicia eclesial durante el Pontificado de Francisco.
More Stories
Diputado griego arranca y tira al suelo pinturas ofensivas contra la fe cristiana
Los obispos hondureños muestran su cercanía a los familiares de las víctimas de un accidente aéreo
¿Rezas por el fin del aborto? Cierra el emblemático abortorio de Bleecker Street en Nueva York