Con un acto lleno de simbolismo, Mons. Álvarez entregó su cruz pectoral a la Virgen de los Dolores, dedicando este gesto de amor y fe a los fieles de su diócesis. El prelado expresó su deseo de que este recuerdo perdure en la Hermandad de Nuestra Señora, como testimonio de su oración y cercanía espiritual.
More Stories
La Sábana Santa, el quinto Evangelio
Fernández Barbadillo: «La trama de bebés robados ha sido una campaña infame» de la izquierda
Exorcistas advierten sobre tendencia hacia el esoterismo y la magia en el turismo